La Junta de las cuentas excepcionales en un contexto de prosperidad deportiva

De la misma forma, en el cuarto punto del orden del día se someterá a votación la continuidad del consejo encabezado por Jokin Aperribay. No se ha presentado una plancha alternativa por lo que Aperribay iniciará su cuarto mandato al frente del club desde que fue nombrado como presidente en diciembre de 2008.

El balance que se someterá al refrendo de los accionistas contempla 4,3 millones de pérdidas en el ejercicio 2021/22 mientras que el presupuesto para 2022/23, que asimismo se someterá a votación, recoge un resultado positivo de 675.205 euros sin subidas de cuotas, ni medios días del club. Ninguno de los dos capítulos incluye la operación de venta de Alexander Isak por 70 millones de euros. El respaldo fue el año pasado del 99% y ni la trayectoria deportiva, ni la evolución económica han sufrido el más mínimo deterioro desde entonces, si cabe apuntan hacia un mayor nivel de competitividad en ambos frentes.

Los números objeto de análisis contrastan con las cifras que estas fechas presentan otros clubes. La Real celebra esta Junta –nunca mejor dicho– con un patrimonio neto de 71 millones y unos fondos propios de 56, cuando el Atlético de Madrid tiene 591 millones de deuda, el Sevilla ha sufrido un deterioro financiero de 136 millones en tres años, el Betis ha perdido 74 millones en las dos últimas temporadas y el Valencia ampliará capital para evitar entrar en causa de disolución, por no hablar de un Athletic que ha perdido 56 millones en los tres últimos ejercicios.

No obstante, el equilibrio no ha podido ser total en el presente ejercicio y el Consejo tendrá que explicar por qué. Los 4,3 millones de pérdidas responden principalmente a una renegociación de contratos de televisión por parte de LaLiga en el mes de junio, que repercute negativamente en los clubes, con una merma de 4 millones en el caso de la Real.

La televisión seguirá siendo la principal fuente de ingresos en el próximo ejercicio. Su aportación será de 63,7 millones en un presupuesto total de 129 millones. En el presente ejercicio la relación ha sido de 69,13 millones en unos ingresos totales de 138,6 millones. Se reduce también la cantidad destinada al personal –de 92,6 a 78,6– como consecuencia de un menor coste de la plantilla, aunque el presidente Jokin Aperribay dejó claro recientemente que el Consejo es «fan» de llevar a variables el crecimiento de ingresos.

Si el deficiente comportamiento económico de la competencia contribuye al grado de satisfacción de los accionistas, más lo hace el optimismo despertado en el aspecto deportivo, con la sensación generalizada de que lo mejor está aún por llegar esta temporada. La vuelta de Mikel Oyarzabal, Mohamed-Ali Cho o Ander Barrenetxea, unida a la recuperación de otros lesionados como Silva, Carlos Fernández, Sola o Aihen permiten soñar con la mejor versión del equipo.

Los accionistas deberán también ratificar a los miembros del Consejo de Administración, compuesto por catorce nombres, entre los que se propone un cambio: la entrada de Joseba Ucín en lugar de Aitor Díaz de Mendibil.