La Real tira medio partido y solo puede empatar en casa

El conjunto txuri-urdin salió espoleado por el himno realista a Zubieta por primera vez en su historia. Cuando el club decidió en 2018 cambiar la letra del himno para incluir a las mujeres, lo lógico hubiese sido que ellas también lo pudiesen disfrutar en cada partido que juegan en casa, igual que hacen los chicos en Anoeta, porque también son la Real.

Ese ritmo inicial le valió a la Real para adelantarse en el marcador en el primer cuarto de hora. Amaiur hizo un quiebro hacia dentro que aprovechó Eizagirre para poner el cuerpo y sacar el látigo. Necesitaba la tolosarra volver a enchufar uno de sus disparos lejanos marca de la casa. Lo celebró Zubieta al ritmo de 'Freed From Desire' , igual que pueden hacerlo en Anoeta cuando meten los chicos. Día de cambios, tardíos pero necesarios.

Ahí se apagó la Real. El Madrid comenzó a poder correr, como Sánchez Vera había avisado en la previa, y las txuri-urdin empezaron a sufrir. Avisó primero Melgard a la carrera, pero apareció Nahia en el último instante para tirarse al suelo y rebañarle la pelota cuando se disponía a tirar en el uno contra uno. En la última jugada del primer tiempo, la exrealista Poljak colgó un centro peligroso y Nahia, al intentar despejarlo, remató hacia la otra dirección sin que Elene pudiese hacer nada.

Fue un gol psicológico y afectó a la Real. El técnico madrileño trató de evitar que su equipo cayera con la entrada de Viles y Lavogez y el cambio del rombo al 4-2-3-1. No fue suficiente. En una jugada horriblemente mal defendida, Quiles no cerró el hueco que Lucía había generado al salir a tapar un pase y generó un socavón entre centrales que Poljak se encargó de aprovechar. La serbia no celebró ninguno de los dos goles por su pasado realista.

Fue entonces cuando volvió a despertar la Real, aunque tardó quince minutos en reaccionar del todo. Andreia comandó magistralmente un contragolpe haciendo valer su poderío físico. Ya en campo rival, encontró a Franssi en la izquierda, que tras amagar el pase, buscó portería y puso el 2-2 en el marcador.

La reacción del equipo fue tardía, pero bien pudo tener recompensa si Ulloa no hubiese volado para sacar el zurdazo de Eizagirre de la escuadra en la última jugada del partido. El punto sirve para mantener el invicto en casa, pero se siente insuficiente.