Eusebio Sacristán: «La Real puede ganar la Liga, verle jugar es una auténtica maravilla»

Eusebio reapareció este miércoles en los Desayunos de la Asociación de Periodistas de Valladolid, un acto en el que estuvieron presentes familiares, amigos y compañeros de la prensa en la Real Hípica de Valladolid y que se convirtió en una lección de vida. Tras una primera temporada en la que también participaron Ronaldo Nazario o el presidente de LaLiga Javier Tebas, fue imposible encontrar una persona mejor para el arranque de la segunda edición. «Durante casi dos años no he podido relacionarme socialmente más que con con mi hermana Tere y mis hijos, que venían a verme y arroparme».

Así comenzó Eusebio a explicar el camino que ha recorrido hasta ahora, en el que ha tenido que aprender a realizar cosas de la vida cotidiana tan simples como hablar, comer, relacionarse con la gente o caminar. «Estoy en un proceso de mentalidad, estoy buscando el camino para estar bien. Sueño con volver a tener la capacidad para tener una relación normal con los demás. Poder hablar delante de vosotros es... una pasada. Muchas gracias», continuó el vallisoletano, que durante cerca de una hora compartió sus vivencias desde ese fatídico día en el que la vida le puso una piedra gigantesca en el camino.

Esos primeros días en Valladolid fueron decisivos para su recuperación, que prosiguió en una clínica de Barcelona en la que estuvo muchos meses. «A día de hoy continúo trabajando con logopedas, un optometrista que me facilita frases para que pueda recuperarme día a día», contó. Con todo el tiempo del mundo, el exentrenador realista admite que «he pasado mucho tiempo, muchas horas dándole vueltas a la cabeza. Pensaba en si podría hacer vida normal, hablar con la gente, relacionarme... creo que he salido adelante gracias a mi infancia, porque desde niño siempre me inculcaron el trabajo», relató, recordando sus comienzos como futbolista cuando el Valladolid fue a por él a Padrejas con 15 años.

Hubo una parte de su discurso en la que se emocionó, sobre todo cuando entró la palabra 'fútbol' en la conversación. Todavía trabado por momentos por las secuelas que le dejó aquel coágulo en la cabeza, él mismo quiso introducir las vivencias que le ha dejado el fútbol. Es ahí donde se siente completamente seguro de sí mismo. «¿Si volveré al fútbol? –silencio–. También he pensado muchísimo en ello porque el fútbol ha sido mi vida. Volver a ser entrenador... Me ilusionaría... Lo que más tiempo he hecho en mi vida ha sido estar con el balón. ¿Preparado? ¡Pufffff! Me tengo que recuperar. Trabajar, trabajar y trabajar. Recuperar, recuperar y recuperar», sonrió levantando además la voz.

El que fuera técnico blanquiazul fue preguntado directamente si ahora mismo era feliz, ya ahí le costó más responder. «Es lo que busco, ser feliz. Durante 25 meses he sido muy negativo, he estado muy triste, pero ahora ya no lo soy», entrelazó sus manos y no paró de dar las gracias a los allí presentes.

Apoyado por su familia y amigos, Eusebio también ha encontrado una vía de escape en la lectura y en el fútbol. Recientemente también ha sido abuelo, algo que «me ha devuelto a la vida. Mis pequeños Yago y Abril... Aquí sí que me emociono», pudo terminar la frase. Con tiempo para disfrutar de la vida, está leyendo 'Viven, tragedia en los Alpes'. «Es el primer libro que leí y lo he recuperado. 16 personas tuvieron un accidente de avión en los Andes y pese a las dificultades pudieron conseguir su objetivo, que no era otro que vivir. Como yo», dijo otra vez con una sonrisa.

Pero si hay algo que le llena, eso es el fútbol. Últimamente también ha comenzado a viajar. «Estuve en Valencia viendo el Levante-Atlético de Copa y el Villarreal-Real Madrid de Liga. Sigo de cerca a mis equipos: Valladolid, Barcelona, Real Sociedad, Celta y Girona», sorprendió, en cambio, dando como favorito a ganar la Liga a la Real. «Claro que la Real puede ganar La liga, verle jugar es una auténtica maravilla», dijo ante la sorpresa de los presentes. En un gesto que le honra, al enterarse de que el que escribe estas líneas se había desplazado desde San Sebastián hasta Valladolid para estar presente en el acto, se acercó a dar las gracias.

La memoria, como siempre, la tiene intacta. «Guau... Lo que está consiguiendo la Real es una pasada. Cómo presiona a los centrales dos contra dos, cómo defiende con una defensa con gente de casa... Imanol ha cambiado el 1-4-3-3 que a mí tanto me gusta para jugar con cuatro centrocampistas. Es imposible robarle el balón», declaraba a este periódico. «De verdad, le veo con opciones de ganar la Liga», insistió en el mensaje. Se nota que es vallisoletano y no tan reservado como los guipuzcoanos.

El entrenador también quiso dar las gracias a Jokin Aperribay, que el pasado septiembre se acercó hasta Serrada, un pueblo a 30 kilómetros de Valladolid para dar el pregón en las fiestas del pueblo. Unos 150 aficionados serradeños se trasladarán a Donostia para disfrutar del partido del domingo en Anoeta. «Estuve con Jokin, ¿te ha dicho? También con Mikel Ubarrechena, vicepresidente del club. La verdad que pasamos un buen rato, comimos en el pueblo y nos lo pasamos bien recordando viejas anécdotas. Nos reímos mucho».

Eusebio también se moja con el resultado de este partido. Si bien está recuperado y ya ha viajado y hecho kilómetros, el de La Seca prefiere mantenerse apartado del foco mediático. «Prefiero ver el fútbol por televisión. Me han invitado, pero ya habrá tiempo para ir otra vez a Anoeta. ¡Ah! Veo que hablas y sabes mucho de fútbol. ¿Qué partido esperas? Yo creo que Pacheta irá a presionar arriba», afirmaba. «Siendo sinceros, creo que la Real es favorito para ganar el partido pese a todas las bajas. Soy muy pesado, pero es que ver cómo juega el equipo de Imanol al fútbol es una delicia», insistió. Pese a que el equipo de su tierra necesita mucho más los tres puntos que la Real, augura una victoria txuri-urdin.

«El Valladolid es el equipo de mi casa, es mi tierra, pero creo que va a ganar la Real. Eso sí, luego el Pucela tiene toda la segunda vuelta para salvarse. La victoria del otro día por 1-0 ante el Valencia con gol en el último minuto va a dar alas a los jugadores. Espero que no les entre el miedo como a mí en el Girona. Descendimos por mi culpa. Perdimos nueve partidos seguidos porque tenía miedo. Y ese miedo me lo vieron los jugadores. Ahora ya no tengo miedo a nada». Eusebio dio este miércoles un paso adelante en su recuperación al compartir sus sentimientos de nuevo en público, a la vez que dio una lección de vida y superación.