Esto es una tortura

Es verdad que hubo un momento de brotes verdes en la segunda parte tras el gol de Januzaj, en el que Isak, Oyarzabal y Aritz estuvieron a punto de conseguir el 1-2. De haber entrado el balón la historia quizás hubiera sido diferente, pero cuando tienes al rival tocado no puedes perdonar. Así que el Getafe se levantó y ganó el duelo en una jugada indigna de un partido de infantiles. Una falta de tensión que retrata las carencias actuales de un conjunto que no reacciona.

Con Pacheco y distinto dibujo. Consciente de que al equipo le había faltado algo en las jornadas anteriores tras el regreso de la competición, Imanol optó por retocar el sistema y hacer debutar en la zaga a Pacheco, de 19 años, para cubrir la baja del sancionado Llorente. Fue el segundo estreno como titular de un potrillo en cinco días tras el de Zubimendi frente al Celta. Respecto al partido frente a los gallegos entraron, además de Pacheco, Le Normand, Zubeldia e Isak en lugar de Zubimendi, Odegaard y Willian José. El noruego está tocado, algo que se ha traducido en un bajo rendimiento en estos partidos, y se quedó en el banquillo sin jugar ni un minuto.

El oriotarra dispuso a sus hombres en un sistema de 1-3-4-3 en ataque, variando a 1-4-4-2 en defensa. Con balón la intención era clara. Al introducir tres centrales se buscaba una salida más limpia desde atrás que evitase la presión adelantada del Getafe. Con los laterales Zaldua y Monreal altos, Zubeldia y Merino quedaban como organizadores, Oyarzabal se filtraba entre líneas y Januzaj permanecía abierto por si Pacheco jugaba con él para encarar rápido a su par. La idea final era dejar mano a mano a Isak con el último central para que pudiera ganar ese duelo, ya que la ausencia de Djené debía notarse. Esto es, al menos, lo que se apreció en los primeros 18 minutos y en un rato de la segunda parte.

Sin pelota la Real dejó a Oyarzabal e Isak con los dos centrales, emparejando a Zaldua y Monreal con Olivera y Damián, aunque si llegaban tarde se quedaban en defensa de cinco, de forma que Pacheco y Aritz saltaban a los extremos Nyom y Cucurella arrastrando en la basculación a una línea que terminaba con el lateral alejado cerrando. Zubeldia y Merino mantenían a raya a Maksimovic y Arambarri.

Otro penalti dudoso en contra. Después de una buena puesta en escena con Merino luciendo galones en el centro del campo y el conjunto txuri-urdin ganando los rechaces por su mejor posicionamiento, el 1-0 cambió el guion del encuentro. Todo partió de un error propio de Remiro, que jugó con fuego como hizo ante Osasuna, solo que esta vez le salió mal. Presionado por el rival se la jugó en corto y falló, porque se la regaló a Hugo Duro en la frontal del área. Este enfiló la portería y cuando sintió el acoso de Le Normand protegió el balón, pisó el pie del francés y se dejó caer en el área. Cordero Vega hizo el resto, como hace cuatro jornadas frente a Osasuna. Ya sabía Rubiales a quién enviaba.

Con el marcador a favor el Getafe hizo lo que mejor sabe, cortar de raíz cualquier atisbo de juego con la complicidad de Cordero Vega. ¿Qué Cucurella hace seis faltas en media hora? Miro para otro lado. ¿Qué Damián agrede a Merino sin balón? Miro para otro lado. ¿Qué Chema le hace una entrada de roja a Isak sin tener opción de jugar la pelota? Le saco amarilla. Todo en orden.

Ni con el gol de Januzaj. Después del descanso pareció despertar la Real. Imanol retocó algo el planteamiento, metiendo más por dentro a Oyarzabal y pasando a Januzaj a la izquierda para que pudiera profundizar más en vertical. Pacheco ayudaba en la salida de balón y eso provocaba que Merino estuviera más suelto en el centro del campo al atraer el joven central navarro la atención de Arambarri. Así llegó la jugada del empate en el 65, con una buena combinación entre Merino y Oyarzabal para el pase en profundidad de éste a Januzaj, que batió a Soria en la salida. El belga estaba en línea y el VAR validó su posición a pesar de que el asistente levantó el banderín.

El 1-1 dejó tocado al Getafe y la Real tuvo su oportunidad de hacer sangre. Isak no enganchó en posición inmejorable el único centro que puso Monreal, Cucurella se anticipó a Oyarzabal en boca de gol tras un genial pase de Januzaj y Aritz cabeceó fuera tras un lanzamiento de córner.

Imanol había metido ya a Portu para tener más profundidad en los desmarques y la cosa pintaba bien. Hasta que llegó esa jugada absurda en el 82 en la que Zubeldia regala un saque de banda que pilla a todo el equipo dormido. Y claro, dos tipos como Mata y Molina sacaron petróleo de una acción tan simple. Al final nueva derrota en otro partido que se volvió a empezar perdiendo. De once veces que ha sucedido en el campeonato el bagaje es desolador: un triunfo, dos empates y ocho derrotas. El jueves nos visita el colista Espanyol.