Real Sociedad

Diez roturas de ligamento cruzado en once años

La prioridad ahora mismo en el club es arropar al jugador para que afronte con la mayor entereza posible un camino por el que ya han transitado varios de sus compañeros como Oyarzabal, Sadiq y Aihen. El destino es tan caprichoso que fue precisamente el de Etxauri, quien reaparecía 225 días después de romperse en Balaídos el 20 de enero, quien ocupó su posición en el campo.

Una mirada al pasado produce un profundo escalofrío solo de repasar la lista de los blanquiazules que han sufrido esta maldita lesión. Y lo peor es que en los últimos tiempos estos percances han sido cada vez más frecuentes, con hasta seis roturas de cruzado en estos tres años desde que Carlos Fernández se rompiera el 31 de julio de 2021 en un amistoso contra el AZ Alkmaar en Holanda. A la del sevillano se añadieron posteriormente las de Oyarzabal, Sadiq, Aihen, David Silva y ahora Traoré.

En un club como la Real Sociedad en el que todos los parámetros se miden hasta el más mínimo detalle no hay una teoría clara de por qué están cayendo tantos jugadores con la misma dolencia, aunque sí se observan unos patrones sobre los que cada vez se están haciendo más estudios para establecer las causas que hay detrás de esta grave lesión en el fútbol.

La primera conclusión que marcan las estadísticas de FIFA y UEFA es que hay un aumento exponencial en horas de juego y entrenamiento de alto nivel. Cada vez se juegan más partidos a más intensidad y el cuerpo humano tiene un límite.

Decir que Traoré se ha lesionado por la cantidad de partidos sería demasiado atrevido, pero sí es verdad que la pasada temporada fue la más cargada de su carrera con casi 4.000 minutos disputados entre la Real y su selección, con una Copa de África en enero en la que jugó seis partidos, tres de ellos con prórroga. Esta temporada había sido titular en las cuatro jornadas, aunque contra el Rayo y el Espanyol fue sustituido en el tramo final.

Algo parecido sucedió con Mikel Oyarzabal, que no tuvo vacaciones en verano de 2021 porque jugó la Eurocopa y los Juegos seguidos y se enganchó a la temporada 21/22 sin un respiro. El 17 de marzo de 2022, cuando llevaba año y medio jugando sin interrupción, se rompió en una acción fortuita en Zubieta.

Un dato bastante significativo en el repaso a los diez realistas que se han roto el cruzado desde 2013 es que seis se lesionaron en verano. David Silva un 20 de julio en uno de los primeros entrenamientos y Carlos Fernández el 31 en un amistoso. El último día de agosto de 2018 se rompió Merquelanz en Ipurua en la tercera jornada de Liga mientras que Traoré ha caído el 1 de septiembre. A mediados de este mes también se lesionaron Sadiq en Getafe, el día 11, y Granero contra el Shakhtar el 17.

Distintos especialistas señalan que la pretemporada como periodo de preparación al rendimiento y protección del entrenamiento se ha visto alterada en su esencia por la necesidad de los clubes de recaudar dinero con los partidos amistosos. La calidad de los entrenamientos para proteger al deportista ha desaparecido y cada vez son más los futbolistas que arrancan a jugar sin apenas entrenarse en verano.

Esa desestructuración de las pretemporadas hace que haya más lesiones de cruzado en los primeros meses de competición. El año pasado, además de la de Silva que le obligó a colgar las botas, fueron muy sonadas las de Courtois y Militao en el Real Madrid en agosto. En octubre cayó Arambarri en el Getafe y en noviembre el barcelonista Gavi y Yeremi Pino del Villarreal, ambos internacionales. Ojalá sea la última en la Real en mucho tiempo.