Una cuadrilla de chavales que ya es historia
Gigantes. Xabi Alonso ha sabido administrar durante el año talento, juventud y ganas para conformar un grupo unido que 60 años después jugará en Segunda
beñat barreto
Lunes, 24 de mayo 2021, 07:13
El ascenso del Sanse el sábado es el triunfo de una forma única de ver el fútbol. De confiar en un producto autóctono y ... de calidad. ubieta es una de las mejores estructuras del mundo para formar jugadores y esta es simplemente la última piedra de un camino lleno de curvas, altibajos y sobre todo, mucho esfuerzo. El Sanse jugará el año que viene en Segunda División por méritos propios después de 60 años de ausencia. Ha jugado el mejor fútbol de su grupo en la liga regular, quedó en primera posición en la segunda fase y partió con ventaja en un playoff de ascenso en el que no ha tenido rival. Superó a Andorra y Algeciras de la mano de un Xabi Alonso que tiene una materia prima idónea para poder competir en la categoría de plata. Esta cuadrilla de chavales ya es historia.
La portería la han defendido con eficacia Gaizka Ayesa (20) y Unai Ruiz-Zeberio (20). El de Ansoain ha partido como titular hasta que la lesión de Moyá le ha hecho estar a la sombra de Alex Remiro en el primer equipo. Ayesa ha crecido a pasos agigantados con Luis Llopis mientras Zeberio se hacía con la portería del Sanse. Otros cancerberos como Unai Marrero (19) y José Ortega (19) han ido convocados, pero no han disputado minuto alguno durante la presente temporada.
La retaguardia ha sido una de las principales armas competitivas del Sanse. Los potrillos, mediante la posesión del balón, han sido capaces de encajar muy pocos goles. Sobresale, sin lugar a dudas, Alex Petxarroman (24). El donostiarra ha hecho de líder para comandar a una plantilla muy joven. Seguro que la dirección deportiva está pensando qué hacer con él puesto que tiene nivel de sobra para competir en Primera. De lateral o de pivote, puesto que en varias fases, sobre todo en el playoff, ha jugado en la medular. Y a dos toques.
En los centrales el único que ha sido fijo ha sido Aritz Arambarri (23). El azkoitiarra ha ido bailando con parejas distintas. Varias lesiones de Jon Pacheco (20) han hecho que Urko González de Zárate (20) retrasara su posición, al igual que Imanol Ezkurdia (22), que cedió su puesto natural de lateral izquierdo para comandar la zaga. Otros laterales como Ekaitz Jiménez (25) que salió en verano y volvió al grupo cuando nadie contaba con él o Jeremy Blasco (23) también han aportado desde el banquillo.
Poesía y ritmo de ataque
Pero donde de verdad ha marcado las diferencias el Sanse de Xabi Alonso es del centro del campo hacia delante. La calidad y el talento se ha impuesto siempre a equipos más experimentados. El todoterreno Jon Ander Olasagasti (20) ha sido el encargado de poner orden. Sus acompañantes también van sobrados de talento. Beñat Turrientes (18), Unai Veiga (22), Aitor Aranzabe (22) y Aritz Aldasoro (21) han ido compartiendo la posición del doble pivote. Reseñable la campaña del internacional Turrientes, que con tan solo 18 años apunta a titular en año que viene en Segunda División. Otra de las perlas de la cantera que ya ha coqueteado con el primer equipo. Sus entrenamientos con los mayores, los que ha podido ver la prensa, han sido sobresalientes.
El faro y el termómetro del Sanse, en cambio, ha sido Robert Navarro (19). El millón de euros que pagó la Real por él al Mónaco ponía las expectativas y la exigencia a un alto nivel y tras una primera campaña un tanto irregular el catalán ha dado un paso al frente. Por su cabeza no pasa otra cosa que jugar en Primera. Siempre que el barcelonés ha estado enchufado y entonado, su equipo no ha bajado nunca del notable. Partiendo desde la banda izquierda o la media punta, sus aceleraciones y pases filtrados han marcado la diferencia. En los dos partidos del playoff, además, se ha echado el equipo a la espalda.
En los costados la verticalidad la han puesto Xeber Alkain (23), Ander Martín (20) e incluso Dani Garrido (21), aunque este último asomaba por el pasillo central. Alex Sola (21) tras recuperarse de la lesión también ha aportado como extremo derecho, incluso haciendo goles.
Goles que han hecho como churros los dos jugadores que pasarán a la historia del Sanse. Julen Lobete (20) y Jon Karrikaburu (18) han sido los 'killers' de uno de los equipos más goleadores de toda la Segunda B. El lezotarra dio el pase a la final del playoff tras un golazo ante el Andorra mientras que el navarro hizo el gol del ascenso con una maniobra que solo pueden hacer los elegidos. La última estrella de Zubieta termina el curso con 26 goles –22 con la Real C y 4 con el Sanse– en 29 partidos. Un auténtico asesino del gol.
Todos ellos liderados por un Xabi Alonso que en su primer desafío de primer nivel como entrenador ha conseguido un objetivo que no estaba ni planteado al comienzo del curso. No hay mejor maestro para unos alumnos que han dado una lección de clase durante el año. Zorionak!
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