
Secciones
Servicios
Destacamos
La Real selló su pase a octavos con una de esas goleadas que nunca hay que dar por sentadas en Europa en un partido ... que tuvo demasiados capítulos, sobre todo en la primera mitad. Ponerse tan pronto con una ventaja de dos goles en el marcador hizo que el equipo se confiara, pero sobre todo le llevó a una precipitación en la toma de decisiones que se volvió en su contra. El Midtjylland, que fue agresivo y buscó arriba a la Real, empató sin proponer demasiado con la pelota. Le bastó con sacar provecho de la inusual, e innecesaria, impaciencia que mostraron los locales. El paso por vestuarios le vino bien para reflexionar y tomarse el partido con otra filosofía. Había que acertar en la gestión de la ventaja y seguir el camino correcto con el que poder cerrar el partido. No era una noche para coger atajos. Había que hacer las cosas que tocaban hacer. Si la salida correcta era con el lateral, no había que buscar directamente al interior. La Real aprendió y en la segunda mitad demostró un mayor poso para controlar la situación.
1
El Midtjylland, por su forma de dibujarse sobre el campo a través de su 1-4-3-3 con una primera línea de presión, dejaba muy clara la situación en la fase de iniciación de la Real. Remiro tenía que buscar a sus laterales si pretendía llevar una salida en corto de manera satisfactoria. Osorio, Buksa y Simsir, el tridente ofensivo danés, hacían un tres para tres con los centrales blanquiazules más Remiro, que dificultaba ese primer pase del portero con sus cercanos. También estaba cerrado ese envío interior con Olasagasti, pivote anoche, al que también saltaba Dani Silva. En cambio nadie iba de primeras a por los laterales realistas, ya que los interiores, los que acababan haciendo tarde ese trabajo, quedaban fijados por sus homólogos guipuzcoanos. Si Remiro lograba conectar con Aritz y Aihen, estos iban a propiciar una catarata de desemparejamientos por dentro que liberaban a Brais, Kubo, Sucic...
2
En ese contexto de partido, ya por delante en el marcador, y sabiendo por dónde tenía que buscar las mejores opciones de pase en fase de construcción, la Real se benefició de la estrechez que mostró el Midtjylland sin balón. Una vez superada esa presión inicial, los realistas trataban de girar constantemente el juego, principalmente de derecha a izquierda con Aihen como receptor. Kubo rompía por dentro para convertirse en algo más que un mero desbordador. El japonés se alió en más de una ocasión con el de Etxauri, que aparecía por el carril interior valiéndose de la amplitud que daba Barrenetxea abriendo el campo por izquierda. Los daneses eran sombras sobre el césped, porque llegaban siempre tarde en las coberturas y la Real iba un paso por delante.
3
Thomasberg ordenó a los suyos que tiraran muy altas las líneas en campo rival. Eso implicaba riesgos, sobre todo, y como estaba ocurriendo, si sus jugadores llegaban tarde. Así quedó demostrado en el segundo tanto de la noche, en el que Diao, central derecho, sale muy alto a por Sucic. El croata consigue darse la vuelta y el equipo correr ante una zaga a la que no le quedaba otra que retroceder con muchos metros a su espalda. Las recuperaciones en campo propio era invitaciones para ir al ataque sin mirar hacia atrás, porque el cuadro danés acumulaba a muchos hombres arriba. Por momentos se vio una Real muy precipitada, incluso con el 2-0 en el marcador, mientras Imanol se desgañitaba en la banda pidiendo tranquilidad. A la Real le faltó ser más cerebral en ese tramo del primer acto en el que priorizó la velocidad al control y lo acabó pagando con el empate.
4
Esa Real demasiado acelerada, que no se tomaba el tiempo necesario para pensar y tomar la decisión correcta, se encontró con un Midtjylland que le empataba aprovechando los errores que iba cometiendo. Primero a través de un penalti absurdo de Barrenetxea y poco después robando un balón a Brais en salida, quien había recibido de Remiro en una posición bastante comprometida. De espaldas y sin una clara opción de envío posterior. El conjunto visitante castigaba esa imprecisión, pero a la vez le reiteraba cuál era el camino correcto que debía tomar para tener éxito. Y no, no era por dentro, sino por fuera.
5
Esta eliminatoria ante el Midtjylland ha servido, además de para pasar a octavos y poner Herning en el mapa de Dinamarca, para que teóricos jugadores de la segunda unidad se hayan reivindicado, y de paso hayan disfrutado de algo más descanso aquellos con más kilómetros en las piernas. Es una fenomenal noticia el estado de forma de Aritz, que lo mismo juega de central, pero también actúa como un lateral derecho solvente. Ayer fue uno de los más destacados. También para ver a un Olasagasti al que no le tiembla el pulso para jugar de cuatro y reemplazar a todo un Zubimendi. Óskarsson aprovechó los minutos ayer para demostrar que tiene más gol del que venía demostrando e incluso Zakharyan se dejó ver con una asistencia magnífica con la pierna izquierda para el islandés. Que se preparen en las islas.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.