Caleta-Car llegará a la Real Sociedad como cedido y con opción de compra no obligatoria

Caleta-Car es un viejo conocido de la Real ya que se cruzó en su camino en la Europa League de 2018 cuando jugaba en el Salzburgo en aquella eliminatoria que acabó con la etapa de Eusebio en San Sebastián. Entonces, a pesar de tener solo 22 años, fue uno de los más destacados del conjunto austriaco, con el que ganó cuatro Bundesligas y tres copas. A final de esa temporada el Olympique de Marsella lo fichó por 19 millones de euros, club en el que militó hasta 2022.

En esas cuatro temporadas en Francia le costó confirmar todas las condiciones que apuntaba y que hicieron que en el Vélodrome apostasen tan fuerte por él, aunque jugó con asiduidad. En las dos primeras rondó los 2.000 minutos en la Ligue1 y fue en la tercera, la 20/21, cuando se hizo indiscutible al disputar 33 partidos y jugar completos en Champions los dos encuentros ante el Olympiacos y los del Manchester City y Oporto. A la conclusión del curso siguiente, en el que el Olympique acabó segundo el campeonato francés, fue fichado por el Southampton por 8 millones.

Llegó a St Mary's como un central de proyección que buscaba dar un paso más en su carrera en la liga más fuerte del mundo y avalado por su trayectoria con Croacia, con la que había sido subcampeón del Mundo en 2018 y había participado en la Eurocopa de 2021, donde siempre ha rendido bien. De hecho, ha sido indiscutible en la última temporada con el combinado nacional, con el que ha jugado nueve partidos, incluidos los 120 minutos ante Francia de los cuartos de la Nations League que se resolvieron a penaltis.

Sin embargo, apenas jugó en el Southampton y fue cedido al Lyon en 2023, que lo compró el verano pasado por 3,5 millones. El conjunto lyonnais arrastra una deuda de más de 200 millones de euros y este verano se ha visto obligado a desprenderse de sus mejores activos, casos de Rayan Cherki (City), Lucas Perri (Leeds) y Saïd Benrahma al Neom de Arabia Saudí, por los que han recaudado cerca de 65 millones entre los tres. Con la salida de Caleta-Car se ahorraría su salario, que correría a cargo de la Real, e ingresaría una pequeña cantidad por su cesión.

El entrenador del Lyon, Paulo Fonseca no citó a la Real pero confirmó la salida de su jugador: «Es cierto. Creo que lo puedo decir, porque tenemos un acuerdo con el club. Tiene una posibilidad de jugar más. Es una oportunidad para el jugador, que quiere tener más minutos. Estamos también contentos por él, porque es realmente un gran profesional, un gran hombre. Tuvo un comportamiento excepcional con nosotros».

Caleta-Car llega para reforzar la retaguardia tras la marcha de Le Normand hace dos temporadas y de su sustituto, Nayef Aguerd. Sergio cuenta con una línea demasiado joven y tanto él como Erik Bretos veían la necesidad de incorporar un efectivo más. En el eje de la zaga solo Zubeldia se puede considerar una pieza consolidada, ya que Pacheco no ha terminado de jugar con regularidad desde que dio el salto al primer equipo hace cuatro años, Martín tiene 19 años y Aritz ha jugado más de lateral que de central últimamente.

El croata cumple gracias a sus 192 centímetros con el requisito de dominar el juego aéreo, uno de los puntos débiles de la Real la pasada campaña tras la salida de Le Normand y Merino. Asimismo tiene un buen manejo del balón y aunque es diestro puede jugar también en el perfil izquierdo, por lo que es más polivalente que un central zurdo. Su punto débil es que le cuesta regresar cuando hay mucha distancia a su espalda, un defecto que no se le ha visto tanto en la selección porque Croacia ha dominado más la posesión del balón y ha llevado la iniciativa del juego. En ese sentido, el estilo de la Real se le adapta mejor que otros equipos que apuestan por practicar un fútbol más vertical.

El croata es uno de esos centrales modernos que no tiene miedo a jugar adelantado. No ha alcanzado el nivel que se le presuponía cuando fichó por el Marsella en 2018, cuando se hablaba de él como uno de los centrales europeos del futuro, pero es un jugador con un potencial más que interesante que la Real tratará que se traduzca en rendimiento. La presencia de Sucic, compañero de selección, le ayudará a integrarse.

Formado en la cantera del Salzburgo, ha interiorizado lo que es defender hacia adelante, manejarse en una línea alta y perseguir al rival entre líneas. El conjunto austriaco con Marco Rose presionaba muy arriba y se encontraba cómodo en vigilancias individuales, porque gracias a su zancada enseguida recuperaba el balón mediante anticipaciones.

Con 1,92 de altura y 88 kilos, es muy ganador de duelos y fuerte en las disputas, lo que hace que no tenga que correr hacia atrás en exceso. Al menos por acciones en las que salga perdedor.

Es verdad que se le achaca cierta lentitud para girarse y replegar, pero es algo que tiene que ver más con las características de la competición y el estilo de juego del equipo. En Inglaterra, en un fútbol de ida y vuelta, no tuvo continuidad y en Francia viene de dos años irregulares con el Lyon que le llevaron a perder la titularidad en el último ejercicio. Sin embargo, la Liga es una competición con un juego más táctico y de control que puede venirle bien a sus cualidades, al igual que una Real que gusta de llevar la iniciativa y mantener juntas las líneas para evitar situaciones de campo abierto.

En fase ofensiva ha reducido bastante los riesgos y tiene un porcentaje muy alto de acierto en el pase. También es bueno filtrando balones que rompen líneas y sus compañeros hablan de él como un líder, consecuencia de haber debutado tan joven en la Bundesliga austriaca.