Un café descafeinado
por toda la escuadra ·
La Real, con cambio de sistema, se despereza de la resaca copera en el tramo final, donde merece ganar por velocidadDe los derbis más descafeinados que se recuerdan. Hay varias razones para explicarlo. Tres días después de una final. Y a la Real se le ... hizo muy cuesta arriba jugar todavía con los efluvios de la Copa revoloteándole por la cabeza. El Athletic, obligado, ante tanta crítica recibida a la vera de la Ría por su mal partido en La Cartuja. Por ello quizá Marcelino repitió el once que cayó en la finalísima, cuatro días antes. Y, como viene sucediendo en el último año, un Real-Athletic, y viceversa, es muy soso con la gradas vacías. El de ayer fue el primero en Anoeta sin gente porque el último choque ante los rojiblancos fue el 9 de febrero de 2020, con aquel 2-1 con goles de Portu e Isak. Por eso había que pedirse un café bien cargado. No el descafeinado que se tomaron los dos equipos.
Todo muy light, como el juego de la Real a la que le costó despertar. Puede que influenciada por el cambio de sistema, puede que porque el empate del inicio le volvía a colocar quinta, pero el equipo de Imanol pasó la primera media hora esperando a su rival y sin posibilidad de hacer daño a no ser que fuera a balón parado. El Athletic con el once de gala, la Real con uno de circunstancias.
Lesiones
El calendario no da tregua y no es normal que en media hora hubiera dos lesionados musculares. Yeray se tuvo que retirar por problemas en el aductor, lo mismo que Aihen Muñoz. Y repasen la lista de lesionados de la escuadra realista: Silva, Merino, Illarramendi, Guridi... más Sangalli y Moyá. Un carro, que diría aquel. Por si fuera poco Yuri Berchiche también se lesionó en el 48 por otro problema muscular en la parte de atrás del muslo y puede que tanto el zarauztarra como el central de Barakaldo se pierdan la final de Copa ante el Barcelona.
Y es que la Real en apenas tres días tiene que viajar a Valencia, donde va a ser recibido con el cuchillo entre los dientes porque su situación en la clasificación no es nada cómoda. Pero más que mirar a los entrenamientos que se vayan sucediendo estos días en Zubieta igual hay que poner un ojo en la enfermería porque del nivel de recuperación de los jugadores tocados dependerá mucho el once inicial que alinee Imanol en Mestalla.
La Copa del Rey duerme en las vitrinas y gran parte de esta temporada se puede dar por buena. Sin embargo sería una pena que después de este fantástico curso donde la Real ha exhibido un nivel de juego sensacional, siendo líder en varias jornadas -con los grandes, eso sí, con algún partido menos- no termine en puestos europeos. Lo merece y hemos entrado ya en los últimos diez encuentros, quedan nueve, a los que se refería Luis Aragonés como los que deciden la clasificación. El nivel físico del equipo parece precario -el partido de ayer entre Liga, Europa League, Supercopa, Copa del Rey y final de Copa es el 41 que ha jugado- y será fundamental que se recupere para este tramo final con Betis y Villarreal al acecho.
Viva la música
Quién lo iba a decir, pero con los cambios, jugadores menudos de estatura y sin delanteros, la Real puso patas arriba el partido y mereció el gol antes de que Villalibre hiciera el 0-1. Con Januzaj pegado en la raya de cal haciendo diabluras, las diagonales de Portu, un Barrenetxea clarividente y el cañón de Roberto López, que al final fue fundamental por su tanto, el equipo blanquiazul desniveló el encuentro hacia su lado. Aunque la inestimable acción de Unai Simón ayudó a pescar un punto.
Los derbis entre trompetas, 'Orsai', mariachis y cantadas se están volviendo muy musicales. Hablando de música, Januzaj es el mejor solista que tiene la Real pero a veces su guitarra no va a la vez que el bajo y la batería. Pero tiene tanta clase que a veces no necesita acompañamiento para aguantar la canción. Igual tiene que jugar con gorra, corbata y traje como Angus.
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