Veinte minutos de una versión reconocible
Pretemporada ·
La Real junta entre los minutos 63 y 83 a sus mejores efectivos, se impone en el juego al Unión Berlín y empata por medio de Oyarzabal
Pueden perfectamente borrar del disco duro los cinco eternos y soporíferos partidos de pretemporada y quedarse únicamente con lo sucedido en Berlín entre los minutos 63 y 83, porque esos veinte ha sido el tiempo que Imanol ha podido juntar a sus mejores efectivos para preparar el inicio de Liga. No parece mucho pero es lo que te ofrece el fútbol moderno. Y o lo tomas o lo dejas.
En ese resquicio de la segunda parte se coló una Real reconocible con Remiro bajo palos; Traoré, Martín, Aritz y Javi López en defensa; Zubimendi, Sucic y Brais en la zona ancha; y Kubo, Oyarzabal y Becker en ataque. De repente se hizo la luz y allá donde antes se hacía imposible acercarse a las inmediaciones de la portería de Rönnow, ahora se veía una autopista en la que Becker no paraba de romper por velocidad acostado en la banda izquierda. La entrada a la hora de juego de Zubimendi, Sucic y Oyarzabal permitió ver a una Real junta en el campo, dominadora con balón, creativa en ataque y con llegada. Porque además del tanto de Oyarzabal, que sigue bendecido por el gol tras su éxito en la final de la Eurocopa, Becker la rompió al palo largo y protagonizó otros dos buenos remates ante un Unión Berlín que veía impotente cómo había cambiado el cuento.
Fue un ratito para disfrutar de la Real de siempre y para comprobar que la zurda de Sucic transmite buenas vibraciones. Colocado de entrada como interior izquierdo, no fue casualidad que Becker firmara sus mejores acciones con el croata a su lado, porque el balón fluye rápido de su pie. También se deja caer sin temor para recibir de espaldas y girarse. Una bendición.
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En ese once aún faltaban piezas importantes como los dos centrales que se perfilan titulares en el curso, Zubeldia y Pacheco, un Turrientes que estará seguro en el once ante el Rayo al venir enchufado de los Juegos y Sergio Gómez, que también ha sido uno de los destacados en la consecución del oro olímpico. Poco a poco los nubarrones comienzan a disiparse y se cuela un rayo de sol para alegrar el verano.
Eso sí, Imanol va a tener que acoplar todas las piezas sobre la marcha y eso será complicado porque la competición no espera a nadie, pero es lo que hay. No queda otra que adaptarse a la realidad, algo que ha sabido hacer a la perfección la Real de los últimos años para superar todas las adversidades que se ha encontrado en el camino. Al menos llega al debut liguero con la sonrisa que le deja la jugada del empate entre Becker, Kubo y Oyarzabal, una pequeña demostración de lo que puede hacer este equipo.
Debilidad defensiva
También hay deberes para estos días porque las pruebas veraniegas han permitido ver aspectos en los que hay que mejorar. Y uno de ellos es la atención en área propia. En la primera hora de juego el Unión Berlín hizo un gol, dio un larguero, obligó a Marrero a lucirse en dos ocasiones y Remiro tuvo que salvar un mano a mano contra Benes para evitar el 2-0. El conjunto txuri-urdin ha encajado seis goles dentro del área y el de este viernes, ante las narices de Marrero, volvió a confirmar que hay que mejorar los marcajes en el área. Traoré es superado con facilidad por Hollerbach y Gosens, el carril izquierdo, llega hasta el corazón del área totalmente solo. Jon Martín es arrastrado por Siebatscheu y Urko, que debía estar atento a la llegada de rivales, se hunde hasta la altura de Aritz dejando al contrario un remate claro.
Tampoco en bandas se ha defendido muy bien en estos partidos y eso que han estado jugadores que apuntan a acumular muchos minutos. Ni en ataque han funcionado como se espera las parejas exteriores Traoré-Kubo y Javi López-Barrenetxea, que es algo en lo que sí se puede poner atención por la entidad de los protagonistas.
En la retaguardia la buena noticia es que Jon Martín ha acumulado kilómetros en las piernas y que Aritz se ha mostrado firme, algo a destacar tal y como está la defensa tras la marcha de Le Normand, la lesión de Zubeldia y la ausencia de Pacheco. Urko, en el pivote, debe corregir algunos despistes para ganar en regularidad, que es lo que puede hacerle crecer, y Pablo Marín siempre ha dado la cara aunque este viernes no se le viera demasiado.
En ataque la principal conclusión es que Becker tiene que jugar por fuera, que Sadiq y Carlos Fernández no cuentan mucho para Imanol y que la Real depende de la magia de Kubo para desbordar como quedó patente en la jugada del empate. Quedan ocho días para el estreno en Liga y mucho trabajo aún por hacer.
