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Portu levanta los puños para celebrar el segundo gol de Mikel Oyarzabal, que corre a festejarlo. ARIZMENDI

Apisonadora blanquiazul

Reacción de equipo grande en la segunda parte para fulminar a base de buen juego y golazos a un Huesca que no había perdido todavía fuera

Lunes, 26 de octubre 2020, 07:21

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El lunes pasado les dije que no había nada anormal en que la Real fuera primera, simplemente porque el liderato es la consecuencia de ser, ... hasta el momento, el mejor del campeonato. Pues hoy les tengo que insistir en lo mismo y añadir que, además, el líder sigue creciendo y arrollando. En la segunda parte de ayer, cuando peor se puso el partido, los de Imanol sacaron a pasear la apisonadora, para hacer desaparecer a un Huesca que llegaba a Donosti –bonito gesto esa barandilla de La Concha en el brazalete de su capitán– sin conocer la derrota lejos de su campo. La Real desató toda su furia goleadora justo después del empate y arrolló a su rival demostrando esa pegada que sabemos que tiene. No salió al campo bien después del descanso y lo pagó caro porque antes de ponerse a jugar ya le habían marcado, pero tuvo una reacción de equipo grande para irse a por su rival convencida de que era superior y el partido no se le podía escapar. Y no se escapó. Fueron cuatro goles al final, pero bien pudieron ser un par de ellos más.

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Real Sociedad - Huesca: Apisonadora blanquiazul