PNV y EH Bildu se arrogan la idea de la transformación de la Variante de Donostia en vía urbana
Ambas formaciones tratan de llevar iniciativa del proyecto en el Ayuntamiento de Donostia, pero al final será la Diputación la que dará luz verde o lo tumbará
Donostia es muy dada a ser escenario de culebrones urbanísticos y la transformación de la Variante (GI-20) en una avenida lleva camino de convertirse ... en uno de ellos. Cabe recordar otros, como el soterramiento de los viales de La Concha para crear una gran terraza abierta al mar, un proyecto que resurge y se sumerge cada cierto tiempo. La transformación del paso de la N-I por Añorga o la remodelación de Carlos I han llegado a mejor puerto, aunque tras un largo y polémico proceso.
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Ahora tenemos entre manos nuevamente la 'boulevarización' de la Variante (GI-20), un trabalenguas engañoso porque ni los más optimistas creen que realmente este vial llegue a convertirse en un remanso de paz. Sin embargo, lo que en origen no era más que una idea más o menos fantasiosa ha adquirido marchamo de oficialidad como propuesta a incluir en la redacción del nuevo Plan General de Ordenación Urbana de San Sebastián (PGOU). Así lo explicó ayer el alcalde, Eneko Goia, quien recordó qué la iniciativa ya fue planteada por él en 2011 cuando era diputado foral de Infraestructuras Viarias y que «siempre la ha defendido». Desde EH Bildu también se arrogan el haber impulsado esta iniciativa.
En realidad, para contextualizar el último posicionamiento del alcalde y la trayectoria del proyecto en su conjunto hay que remontarse a fechas más recientes. El pistoletazo de salida para comprender las volteretas políticas que ha dado esta propuesta se dio el 29 de enero del año pasado. Ese día la portavoz de EH Bildu en el Ayuntamiento, Reyes Carrere, presentó en un acto en Intxaurrondo un boceto de cómo quedaría la zona si la GI-20 pasara de tres a dos carriles por sentido, se eliminara la mediana y se aprovechara ese suelo liberado para zonas verdes o equipamientos deportivos, aunque en este y otros ámbitos afectados «también podrían construirse viviendas».
Reacción inmediata
El efecto de este anuncio por parte de la coalición independentista fue inmediato porque dos días después el alcalde declaraba que transformar la GI-20 «puede ser deseable, pero no sé si viable y menos por 25 millones», que era el coste calculado por EH Bildu. Goia no daba un portazo al proyecto, pero sí mostraba su escepticismo recordando que cuando él fue diputado de Infraestructuras Viarias ya se analizó este asunto y las conclusiones no animaban a lanzar las campanas al vuelo. Además, advirtió de que pese a que el tráfico de la GI-20 ha caído a la mitad con la entrada en servicio del segundo cinturón, los 60.000 vehículos diarios que hoy la recorren «siguen siendo muchos».
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Dos días después de estas declaraciones de Goia, la Diputación cargaba contra la iniciativa de EH Bildu. El departamento de Infraestructuras Viarias, en manos de la también jeltzale Aintzane Oiarbide, advertía de que la GI-20 es junto con la N-I la vía con más tráfico de toda Gipuzkoa, lo que apuntaría a la inconveniencia de cualquier reducción de su capacidad.
Pese al escepticismo del alcalde y a la clara oposición de la institución foral, EH Bildu siguió adelante con su propuesta. Así, el 14 de septiembre de 2022 Reyes Carrere presentó las conclusiones de la primera fase de la ronda de contactos mantenida en diversos barrios. En su opinión, la acogida por parte de los vecinos había sido «muy buena».
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Campaña electoral
En consecuencia y como cabía esperar y ya había advertido la propia Diputación, la transformación de la Variante en una vía urbana fue incluida en el programa electoral de EH Bildu de cara a las elecciones municipales y forales celebradas el pasado mes de mayo. El candidato a la alcaldía, Juan Karlos Izagirre, hizo bandera de este proyecto. Por su parte el aspirante a la reelección, Eneko Goia, no quiso dejar este cabo suelto y defendió que era posible ejecutar la obra si previamente se acometía una actuación entre la rotonda del polígono 27 y la rotonda de Garbera. Volvió a recordar que el tramo de Intxaurrondo aún soporta 60.000 vehículos al día, un volumen alto y que, por tanto, intervenir en la Variante sin ofrecer una alternativa «nos parece arriesgado, puede generar efectos indeseados y dar lugar a retenciones en algunos sitios».
En definitiva, tras este sinuoso periplo la transformación de la GI-20 en una vía urbana va tomando cuerpo en los despachos de Ijentea con el apoyo entusiasta de EH Bildu y el más matizado del PNV, pero donde verdaderamente se jugará la partida será en la plaza Gipuzkoa, porque será la Diputación de Eider Mendoza la que tendrá que aterrizar la iniciativa. Un torito que deberá lidiar la nueva diputada de Infraestructuras Viarias y exalcaldesa de Arrasate, la jeltzale María Ubarretxena.
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PSE: «Donostia tiene prioridades más urgentes que convertir la Variante en avenida urbana»
En cuanto a la transformación de la Variante en una avenida urbana entre Anoeta y Herrera que también se analiza en el borrador del avance del Plan General de Ordenación Urbana, Garmendia ha señalado que «está bien diseñar la San Sebastián y la movilidad del 2050 pero yo creo que lo más urgente ahora es diseñar la movilidad del 2024, 2025, 2026... y en eso todavía no tenemos avances ni ordenaciones». La segunda Teniente de Alcalde de la ciudad tiene claro que a día de hoy «Donostia tiene otras prioridades más urgentes vinculadas a la movilidad sostenible».
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