Urkullu solo se plantearía un adelanto si se viera abocado a una segunda prórroga presupuestaria
Acortaría la legislatura vasca unos meses si la oposición bloquea las Cuentas a final de año | En Lehendakaritza mantienen la calma tras el debate abierto esta semana sobre el anticipo de las elecciones y no se moverá ficha por ahora
En Lehendakaritza reina la calma. Iñigo Urkullu quiere apagar el fuego de los rumores y no tiene ninguna intención «por el momento» de ... adelantar las elecciones -que deberían celebrarse en septiembre de 2020-, pese a que su portavoz, Josu Erkoreka, abriera el miércoles la puerta a esa opción si la gobernabilidad se viera complicada en el futuro más inmediato. La vulnerabilidad del Gobierno autonómico ya quedó visualizada hace quince días con el caso Darpón, donde la oposición -con su mayoría parlamentaria- forzó su dimisión que, de esta manera, evitaba así una censura a su gestión que parecía inevitable en el Parlamento Vasco.
Después de que todos los actores políticos vascos se hayan pronunciado en las últimas horas, el lehendakari Iñigo Urkullu no tiene pensado mover ni una pestaña y esperará a que se dibuje el mapa político tras las dos elecciones que de manera casi consecutiva se van a celebrar en los próximos meses de abril y mayo. Después de esos comicios se analizarán las posiciones en las que quedarán PNV y PSE, y tras el verano el lehendakari dirigirá la elaboración del proyecto presupuestario para el 2020, con el objetivo de que pueda salir adelante. En el caso de que no logre ningún apoyo externo a sus cuentas y se viera abocado a una segunda prórroga presupuestaria consecutiva, Urkullu podría comenzar a plantearse un adelanto electoral, que en todo caso se fijaría en el mismo año 2020 en el que correspondería convocar los comicios autonómicos.
El pasado año el Gobierno Urkullu conoció a primeros de diciembre que tenía que retirar sus presupuestos. Si esa cadencia en el tiempo se repitiera este ejercicio con el mismo resultado negativo, el lehendakari colocaría la fecha del adelanto electoral en los primeros meses del 2020. Es decir, en vez de convocar las elecciones autonómicas para finales del verano de 2020, Urkullu podría adelantarlas al final del invierno o a la primavera del próximo año.
Oposición reacia
Los gobiernos normalmente se muestran muy recelosos a abrir la espita de un adelanto, pero el portavoz del Ejecutivo de coalición de PNV y PSE, Josu Erkoreka, no tuvo inconveniente en asegurar el pasado miércoles que el Gobierno Vasco valorará esa opción si, tras el ciclo electoral de las elecciones generales del 28 de abril y las elecciones municipales y forales del 26 de mayo, la oposición persiste en su «bloqueo» en el Parlamento Vasco. No obstante, los partidos opositores de la Cámara vasca -EH Bildu, Elkarrekin Podemos y PP- se mostraron reacios a que el Gobierno PNV-PSE adelantara las elecciones al emplazar al Ejecutivo vasco a que, antes de tomar cualquier decisión, agote las vías del diálogo. Algunas voces opositoras dieron la sensación de que una acumulación de citas electorales perjudicaba sus intereses. Por contra, los socialistas, con el viento a favor del 'efecto Sánchez', no hacían ascos a un 'superdomingo' a la vasca que, de producirse, debería convocarse este lunes en un consejo de gobierno extraordinario, que a última hora de ayer, no estaba convocado.
La intención de Urkullu, en cualquier caso, es que si hay anticipo electoral sea en 2020
El Gobierno Vasco no ve alternativas tras las forales y municipales a otro pacto PNV-PSE
Fuentes de Lehendakaritza explican que la peculiaridad de este año -con dos elecciones concatenadas que precederán al habitual parón veraniego del Parlamento- hace que, en la hipótesis de que el lehendakari se planteara un adelanto electoral, «no sería para antes de 2020». Se basan en que, tras las elecciones municipales y forales del 26 de mayo, la actividad parlamentaria se retomará en junio, pero luego volverá a paralizarse hasta finales de septiembre, por lo que apenas habrá tiempo para calibrar si la actitud de la oposición es constructiva o se encamina a minar la estabilidad del Gobierno Vasco. En el supuesto de ser así, habría que confirmarlo en al menos uno o dos meses, por lo que el final de año se echaría encima.
Desde Lehendakaritza insisten, no obstante, que «el adelanto no está en la cabeza de Urkullu», al que le gustaría agotar la legislatura y llevarla hasta las fechas más cercanas a septiembre de 2020. La previsión del lehendakari es presentar un proyecto de Presupuestos a finales de este año y, solo en el caso de que no pudiera aprobarlo -lo que ya ocurrió con las Cuentas del presente año, que el Ejecutivo tuvo que prorrogar ante la falta de apoyos- se plantearía dar por concluida la legislatura de forma prematura.
De todas formas, fuentes del Ejecutivo dudan de que el actual «acuerdo tácito» entre EH Bildu, Elkarrekin Podemos y el PP para apretar las clavijas al Gobierno Vasco se vaya a mantener más allá del ciclo electoral, sobre todo porque se trata de una «sintonía antinatura» de partidos que, en otras condiciones, no llegarían a entendimientos entre ellos. «Después de las elecciones municipales y forales de mayo las fichas se recolocarán», vaticinan desde Lehendakaritza, que son optimistas sobre la posibilidad de llegar a acuerdos puntuales con la oposición que permitan que la legislatura discurra con cierta normalidad. Otro factor con el que cuenta el Gobierno Vasco es que la evolución de la economía sea relativamente buena en los próximos meses, lo que alejaría la opción de un final abrupto de la legislatura.
Otra hipótesis que haría tambalear la estabilidad del Gobierno Vasco es que, tras las elecciones de mayo, PNV y PSE no renovasen su acuerdo de coalición en las tres diputaciones forales y los principales ayuntamientos vascos. Pero es una opción que fuentes cercanas al lehendakari Iñigo Urkullu tampoco ven muy probable «porque en estos momentos no se atisba ninguna alternativa a esos pactos de gobierno ante la actitud que está manteniendo la oposición». Tampoco ven posibilidad de que varios grupos de la oposición se unan para formar ejecutivos sin el PNV en las instituciones locales.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión