El salvavidas europeo que debe reclamar Sánchez para repartirlo a las autonomías
El Ejecutivo central tiene que trasladar a Bruselas la lista de planes que ambicionan el empujón de la UE, que con suerte llegaría a mitad de 2021
v. aguirre
Sábado, 3 de octubre 2020, 07:12
Una histórica cumbre de Bruselas aprobó en julio el fondo de recuperación para afrontar la crisis del coronavirus. Estará dotado con 750.000 millones de ... euros, de los que 140.000 corresponden a España. Una cifra que equivale al 11% del PIB estatal y de la que 72.700 millones serán ayudas directas a fondo perdido y el resto, préstamos. Los fondos se repartirán entre todas las autonomías y en lo que corresponde a Euskadi, el Gobierno Vasco, en colaboración con las diputaciones, ha planteado proyectos por un monto de 11.603 millones con el horizonte de 2030.
El reparto del fondo, denominado Next Generation EU (Próxima Generación UE) queda exclusivamente en manos del Ejecutivo central, al que los poderes autonómicos deben trasladar sus peticiones. La forma en la que se distribuirán, si en función de la idoneidad de los proyectos que presente cada autonomía o por criterios como peso económico –a Euskadi en ese caso, por su peso en el PIB estatal del 6,24%, le corresponderían 8.736 millones–, población, envejecimiento u otros, de momento es una incógnita. Los deberá develar la Comisión Europea, en breve, y son lo que guiarán al Gobierno Sánchez.
Según los cálculos europeos, el dinero podría llegar en la primera mitad de 2021. Pero para ello deben cumplirse los trámites parlamentarios en Bruselas –en plena discusión– y en los Estados miembros, que deben dar el visto bueno al aumento del techo de gasto del presupuesto de la UE para hacer posible que la Comisión emita deuda comunitaria.
Y superados los trámites, la Comisión Europea ya ha adelantado a España que debe de afrontar las reformas económicas (pensiones, empleo, legislación laboral) que le viene exigiendo antes de poder tocar un céntimo de las ayudas. Y recordar que su destino, los proyectos que se presenten, deben estar alineados con la sostenibilidad, la colaboración público-privada y el desarrollo tecnológico.
El presidente de Petronor, Emiliano López Atxurra, conocedor de los entresijos europeos y promotor de unos de los proyectos aspirantes –relacionado con el hidrógeno– advertía recientemente en este periódico contra la tentación de derrochar esos fondos en propuestas que no cambien nada. La consejera de Desarrollo Económico, Arantza Tapia, también ha animado a las empresas vascas a acudir a estos fondos para poner en marcha actuaciones «transformadoras» que permitan dar un «salto cualitativo».
En este sentido, figuran entre las iniciativas que Lakua trasladará al Gobierno central proyectos energéticos como la digitalización de redes eléctricas que presenta Iberdrola, valorado en 1.763 millones, o la construcción de cinco parques eólicos (270 millones). Como gran novedad se pide financiación para una gigafactoría de baterías de ion-litio, con una inversión de 1.680 millones, patrocinada por Mercedes, CIE, Petronor, Enagas, Iberdrola, Irizar, Ingeteam, MCC, Velatia y Solarpark.
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