La ministra de Igualdad, Ana Redondo, este miércoles, en el Congreso. EFE

Junts y ERC permiten que el Congreso repruebe a Redondo por las pulseras

Sánchez avala a su ministra de Igualdad, dice que el sistema «funciona mejor que antes» y rechaza las «lecciones» del PP y Vox

Álvaro Soto y Paula De las Heras

Madrid | Nueva York

Miércoles, 24 de septiembre 2025, 09:28

El Congreso reprobó ayer a la ministra de Igualdad, Ana Redondo, por los fallos en las pulseras antimaltrato. Con 170 votos favorables y 162 en ... contra, las 16 abstenciones de Junts, ERC, BNG y Coalición Canaria permitieron sacar adelante la moción impulsada por el PP, que contó con el apoyo de Vox, para censurar a Redondo por «su negligente gestión al frente del ministerio». De esta forma, Redondo se convierte en el quinto miembro del Gobierno reprobado en esta legislatura tras María Jesús Montero, Fernando Grande-Marlaska, Óscar Puente y Félix Bolaños.

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Las pulseras antimaltrato centraron ayer, otra vez, los ataques cruzados entre el Gobierno y el PP. Los populares señalaron al Ejecutivo por «poner en peligro a las mujeres» por sus «negligencias», mientras que el Ejecutivo echó en cara al partido de Alberto Núñez Feijóo que vote «en contra de todos los avances de las mujeres en este país». Poco después del debate que propina un revés a la acción gubernamental en una materia de la que el progresismo hace bandera -el combate contra la violencia machista- y en su primer pronunciamiento sobre la polémica, en el marco de la Asamblea anual de la ONU en Nueva York, el presidente Sánchez amparó a Redondo y también al sistema.

Un sistema que, según se preció, «funciona mejor que lo que funcionaba», antes de tirar de la Fiscalía -que fue la que denunció la fuga de datos, aunque luego trató de rebajar lo escrito en su propia memoria anual- para subrayar que las víctimas estuvieron protegidas «24 horas siete días de la semana». El presidente admitió las constatadas «incidencias técnicas» en el cambio de proveedor del servicio -no se refirió a las fallas estructurales destapadas por jueces, fiscales, trabajadores o las propias víctimas-, pero evidenció que no piensa reprobar a Redondo, a la que trasladó su «apoyo y solidaridad» por unos reproches a su gestión injustificados, a sus ojos. Y remató asegurando que no acepta «lecciones de quienes niegan la violencia machista» y de quienes pactan con ellos, en alusión a Vox y el PP.

Antes de que la Cámara baja aprobara su reprobación, la ministra de Igualdad acusó al PP de «utilizar a las víctimas» y de «generar alerta con bulos». «Desde que gobierna Pedro Sánchez, las mujeres están más protegidas», se defendió Redondo, que defendió su gestión en esta crisis. Las víctimas «tienen que saber que están protegidas», añadió, antes de lanzarse contra el PP: «Nunca vamos utilizar a las mujeres como moneda de cambio».

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Redondo no hizo mella en el PP. «Que haya decenas de miles de mujeres sufriendo la lacra de la violencia machista nos interpela a todos, pero que 4.600 pulseras no funcionen solo les responsabiliza a ustedes. Utilizan el feminismo y a las mujeres para conseguir votos. Jamás les ha importado la causa feminista porque solo la han manoseado», subrayó el vicesecretario de Igualdad del PP, Jaime de los Santos. Los populares se preguntaron si «es necesario que haya alguna mujer asesinada» para que tome medidas un Gobierno que «ha racaneado en la seguridad» de las víctimas.

La crisis de las pulsera monopolizó no solo el debate de la reprobación de la ministra -que la oposición consideró ganador fuera cual fuera su resultado-, sino toda la jornada en el Congreso, donde Alberto Núñez Feijóo incidió en que Sánchez debe destituir a Redondo y analizar hacerlo con los ministros de Interior y de Justicia, Fernando Grande-Marlaska y Félix Bolaños, conocedores, según recalcó, de las deficiencias. Y la portavoz popular en la Cámara baja, Ester Muñoz, reprochó al Ejecutivo que «abandone a las mujeres que dijeron que iban a proteger».

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En ausencia de Sánchez en el hemiciclo, fue la vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, la encargada de afear a los populares que busquen «sacar rentabilidad política de cuestiones que nada tienen que ver con la igualdad». «El PP solo habla de las mujeres para crear una alerta infundada, igual que hicieron con la ley del 'solo sí es sí'. Las mujeres han estado protegidas en todo momento», respondió Montero, que argumentó que los populares «tienen un problema con el feminismo» por pactar con un partido, Vox, que «niega la violencia machista».

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