La oposición ve insuficiente la última oferta y exige más cambios para poder llegar a un acuerdo

EH Bildu aseguró ayer que «nada ha cambiado» en la posición de PNV y PSE sobre la reforma fiscal y afirmó que sigue esperan'do a que estos partidos «se pronuncien y quieran hablar» sobre las enmiendas que la coalición abertzale ha presentado en las Juntas Generales. La izquierda independentista volvió a preguntar a jeltzales y socialistas si «de verdad quieren hacer una reforma fiscal o pretenden seguir recorriendo el camino a ninguna parte». En este sentido, la coalición abertzale aprecia «tintes de táctica política cortoplacista» que, a su juicio, «no benefician a la necesaria negociación para una reforma fiscal en profundidad, y mucho menos a la ciudadanía».

La formación soberanista detalló que los cambios que han planteado al proyecto impulsado por PNV y PSE tienen que ver con cuestiones como la de ayudar a las rentas más bajas en la complementación de sus pensiones, a los jóvenes en el acceso a la vivienda, o a las familias. Además, añadieron que las enmiendas también tratan de «cómo hacer que quien más gana pague en función de sus beneficios», para que ello «pueda revertir de forma positiva en el necesario impulso público que ha de darse a la industria y el tejido productivo del país».

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Podemos, que la semana pasada se postulaba como el socio que con sus votos podía propiciar la aprobación de la norma económica tras un acuerdo con jeltzales y socialistas, ha endurecido su postura tras la ruptura de ese pacto. Aseguraron que «siguen en la mesa de negociación», pero lamentaron que «nada ha cambiado» y que «si quieren que nos replanteemos nuestra postura tendrán que modificar la reforma».

El presidente del PP de Álava, Iñaki Oyarzábal, calificó de «puro teatro y falsa» la llamada al diálogo de las diputadas forales de Hacienda para llegar a un acuerdo sobre la revisión fiscal. Tras asegurar que el 11 de febrero les remitieron su propuesta y desde entonces no les han llamado, afirmó que su partido está dispuesto a sentarse a dialogar pero no sobre la propuesta pactada con Podemos sino sobre sus planteamientos, que benefician «a más personas, a dos millones».

El dirigente del PP afirmó que esa comparecencia fue «simplemente una escenificación de la búsqueda de un relato que disperse las culpas». A su juicio, la disposición del PNV y del PSE para negociar la reforma fiscal ha sido «nula, un verdadero fraude».