170 miembros de ETA huidos han vuelto a Euskadi desde el final de la violencia

En realidad, la llegada de Sarrionaindia y Azkarate no obedece a una nueva estrategia, según apuntan fuentes de la izquierda abertzale, sino que se enmarca en el desarrollo progresivo de una propuesta que en su día se hizo al calor del movimiento de Lizarra-Garazi, hace dos décadas, y que abría la puerta, según su terminología, a la vuelta «de los refugiados a Euskal Herria» para «superar las consecuencias del conflicto».

Aquel planteamiento se hizo con el aval del EPPK -colectivo que agrupa a los presos- y del EIPK -a los refugiados y deportados- y obtuvo un importante refuerzo con el cambio de la estrategia de la izquierda abertzale que implicó la desaparición de la violencia. El cese definitivo de la actividad terrorista de ETA y su posterior disolución despejaban definitivamente el camino para dar pasos en ese escenario. De hecho, en los últimos 20 años se ha producido el regreso 'normalizado' de hasta 200 personas, de las cuales unos 170, aproximadamente, lo han llevado a cabo desde el final de ETA hasta hoy. Lo han hecho discretamente. A partir de ahí, precisan, las decisiones de Sarrionandia y Azkarate de volver a Euskadi también responden a sus propias circunstancias personales.

Numerosos antiguos activistas de ETA que huyeron y se 'exiliaron' en América Latina tienen situaciones personales e incluso laborales que les complican el regreso. Depende en buena medida de ellos mismos, aunque lo probable es que la decisión de Sarrionandia, por el considerable factor simbólico que arrastra la figura del escritor, pueda servir de incentivo para otros casos similares en los próximos meses.

En total, quedan 37 personas, que la izquierda abertzale denomina históricamente 'refugiados', que podrían decidir su vuelta, aunque habría que cuantificar cuántos de ellos aún conservan litigios penales abiertos, un dato complejo porque la Audiencia Nacional no ha tenido un criterio único al respecto, sobre todo cuando las asociaciones de víctimas del terrorismo ejercen una presión por reabrir determinados sumarios 'dormidos' y critican con dureza el regreso de estos huidos. Covite expresó ayer en un comunicado su indignación por la vuelta de Sarrionandia y Azkarate.

Desde los abogados de algunos miembros del EIPK siempre se ha esgrimido la necesidad de «conocer los problemas legales y administrativos» mediante un acceso a los informes judiciales completos que, según sostienen, no pueden consultar. La tesis de sus defensores es que «la fecha de prescripción» de los delitos atribuidos a quienes se encuentran en el exterior «se prolonga artificialmente, lo que supone condenar al exilio perpetuo» a los afectados.

Los exactivistas de ETA sin causas pendientes con la Justicia que deciden regresar necesitan acudir a las embajadas y consulados de España en el extranjero para cumplir el trámite administrativo de solicitar nuevos DNI y pasaportes. La gran mayoría lo ha hecho en Francia, aunque también en las legaciones diplomáticas de España en Bélgica, Cabo Verde, Cuba y Reino Unido.

Fue en noviembre de 2012 cuando el EIPK hizo público un comunicado en el que anunciaba su pretensión de acabar con su 'exilio'. Aquella decisión era trascendente porque por primera vez se levantaba la barrera histórica que había fijado siempre ETA para regresar al País Vasco con normalidad.