La persona como objetivo
Era el último debate de política general de la legislatura y el lehendakari Urkullu apretó el acelerador para armar un discurso en el que lo ... prioritario fue dar respuesta a las necesidades de los ciudadanos vascos y reconocer los puntos débiles de su gestión. «La persona como objetivo es nuestra prioridad», subrayó en su intervención, en la que lo identitario pasó a un plano más discreto. Y en el flanco de las cosas del comer se empleó a fondo para hacer autocrítica de una gestión cuestionada, como en la sanitaria, y en comprometerse a refozar la atención ambulatoria, aunque bien es cierto que no detalló la fórmula mágica para reducir esas listas de espera que tanto inquietan a los usuarios. Urkullu habló del pasado, presente y futuro de la acción de su gobierno. El propio lehendakari puso las luces en objetivos para la próxima legislatura –como la de hincar el diente en el nuevo estatus– y abrir un calendario exigente al futuro Gobierno central para que se materialicen las transferencias pendientes para consolidar un autogobierno con el fin, eso sí, de mejorar el bienestar de los vascos. Hasta la propia EH Bildu, con Nerea Kortajarena como nueva portavoz y Otegi en la tribuna, puso énfasis en sus propuestas sociales, como lo hace en Madrid y Navarra, acompañadas a sus cada vez más atenuadas reivindicaciones soberanistas.
El lehendakari defendió su plan confederal para encajar la España plurinacional, siempre dentro de la Constitución y evitando traumáticas rupturas unilaterales. Todo lo contrario de las exigencias que mantiene el prófugo expresident Carles Puigdemont desde Waterloo para poder dar el transfer definitivo a la cada vez más complicada investidura de Sánchez. A la vista quedó en el debate parlamentario de ayer que la realidad política de Euskadi guarda distancia con Cataluña. Por encima de todo, el bienestar de los vascos.
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