El Gobierno Vasco presiona a Sánchez por la Seguridad Social tras lograr el traspaso del IMV

El Gobierno Vasco dio ayer un paso más en materia de autogobierno tras cerrar un arduo acuerdo sobre el IMV, ya que esta transferencia tendría que haber recalado en Euskadi en octubre de 2020, pero ha sufrido en todo este tiempo varios inconvenientes que amenazaban ya con agotar la paciencia tanto del Ejecutivo autonómico como del PNV. Y es que la posibilidad de que el traspaso se asumiera con un límite temporal, como planteó el ministro José Luis Escrivá, despertó las tiranteces entre ambos gabinetes. Es más, la consejera Olatz Garamendi resaltó ayer las «reticencias» percibidas durante la negociación. Aunque finalmente todos estos escollos han sido solventados.

De esta manera, la transferencia supondrá que el Gobierno Vasco se encargará de la tramitación, el reconocimiento y el pago del IMV y pondrá fin a la encomienda de gestión por la que se materializaba hasta ahora esta prestación en Euskadi. A partir de ahora –o, más específicamente, cuando se publique en los respectivos boletines oficiales–, la encargada de gestionar esta ayuda será la consejera de Empleo y Trabajo, Idoia Mendia. «Esto demuestra el compromiso por el desarrollo pleno del autogobierno vasco», se congratuló la dirigente del PSE.

En cualquier caso, el traspaso del IMV supone un avance en el ya desfasado calendario de transferencias, y así lo percibieron ayer desde el Gobierno Vasco, pero también intensificaron la presión para que el Gobierno de Pedro Sánchez acelere los traspasos que recoge el cronograma. «Solo falta apretar el acelerador para avanzar de la forma más rigurosa posible en el cumplimiento del Estatuto», recalcó Josu Erkoreka tras dar «un pequeño tirón de orejas» al Ejecutivo central por los sistemáticos retrasos. Críticas que rebajó la ministra Isabel Rodríguez, que recordó al Ejecutivo de Vitoria las 11 competencias transferidas a Euskadi desde que Sánchez se instaló en la Moncloa, frente a las «cero» que abordó Rajoy durante sus dos legislaturas.

De momento, ya hay un nuevo paquete de competencias puestas sobre la mesa para avanzar en las negociaciones: Meteorología, Gestión del litoral y Fondo de Protección a la Cinematografía. Aunque lo cierto es que el Gobierno Vasco, tras haber transcurrido ya casi tres meses de esta propuesta, sigue a la espera de respuesta. Igualmente, ambos gobiernos se han intercambiado documentación entorno a la materia del transporte ferroviario.

«Nuestra determinación es firme: llevar todas las transferencias a casa», dijo Garamendi. «El incumplimiento con el autogobierno recogido en nuestro Estatuto y pendiente de transferir es una herida que continuará abierta hasta materializar todas las transferencias», recalcó. Entre ellas, el régimen económico de la Seguridad Social: la competencia relegada al último tramo del calendario pactado por su complejidad técnica. Y que el Gobierno Vasco no está dispuesto a renunciar.

No obstante, desde el departamento de Autogobierno consideran que, precisamente, el acuerdo sellado entorno al IMV demuestra que «es posible profundizar en la descentralización de la gestión del régimen económico de la Seguridad Social, sin romper nada, acercando la gestión del día a día a la ciudadanía». De ahí que Garamendi resaltase que «a través del diálogo leal entre gobiernos, todas las materias pueden y deben ser objeto de negociación y acuerdo». «Estamos preparados –dijo– para seguir hablando de la gestión del régimen económico de la Seguridad Social».

Aunque lo cierto es, también, que la inminencia para tratar esta competencia se antoja un tanto utópica a tenor de los retrasos acumulados en el cronograma, ya que el inicio del estudio -que no la negociación en sí- del régimen económico de la Seguridad Social estaba previsto para junio-noviembre del año pasado, y su ejecución, a partir de este próximo mes de mayo. Y desde el Gobierno Vasco ya asumen con resignación que la fecha establecida es prácticamente inviable. Básicamente, porque aún queda una veintena de transferencias previas para completar el Estatuto.