El Gobierno Vasco y Podemos cierran el acuerdo presupuestario, que firmarán este lunes

La firma del acuerdo será este lunes por la mañana. El consejero de Hacienda y Economía, Pedro Azpiazu, valorará el acuerdo alcanzado en la sede del Gobierno Vasco en Vitoria. Y antes lo harán integrantes de Elkarrekin Podemos, con Lander Martínez a la cabeza, en una comparecencia de prensa en la capital alavesa.

El pacto no tiene el respaldo de los dos parlamentarios de Ezker Anitza-IU del grupo de Elkarrekin Podemos en la Cámara Vasca, pero superará las enmiendas a la totalidad presentadas por EH Bildu y el PP en el pleno que se celebrará el próximo 16 de diciembre.

El acuerdo definitivo para la aprobación de los Presupuestos vascos de 2020 se ha cerrado después de que el Gobierno de Urkullu y Elkarrekin Podemos pactasen este jueves subir un 4% la Renta de Garantía de Ingresos (RGI). Este incremento supone el doble de lo previsto inicialmente por el Ejecutivo de Gasteiz y la mitad de la propuesta inicial de la formación morada, que se había marcado una subida del 8%.

De esta manera, la nueva enmienda implicará un coste de 16 millones de euros a las arcas autonómicas y permitirá que la renta básica que se destina a quienes no tienen recursos y a complementar pensiones y nóminas bajas pase de los 667 euros mensuales actuales a 694 el año que viene, frente a los 680 que contemplaban las Cuentas propuestas por el consejero de Hacienda, Pedro Azpiazu. Esta mejora se suma al incremento general de un 3,5% de la Renta de Garantía de Ingresos (RGI), ampliado al 4,5% en el caso de los perceptores pensionistas, que fue acordada en febrero de este año por el Gobierno Vasco y Elkarrekin Podemos, dentro de las tres medidas presupuestarias urgentes tramitadas entonces para hacer algunos ajustes y gestionar la situación de prórroga presupuestaria.

La disposición acordada este jueves se suma al paquete inicial por valor de 59 millones de euros que el portavoz de Elkarrekin Podemos, Lander Martínez, presentó el pasado miércoles como avance del preacuerdo que las dos partes lograron un día antes para que las Cuentas vascas salgan adelante. El pacto permitirá a la coalición de los círculos mover algo más de 200 millones en los dos próximos años.

El portavoz parlamentario podemita, que en su comparencia el miércoles en la Cámara vasca había marcado el objetivo de lograr una subida «justa y notable» de la RGI, ya adelantó que las negociaciones iban «por buen camino», en una de las materias más sensibles desde el punto de vista político y social, y que escenifica las diferencias entre las diferentes formaciones parlamentarias. Desde las que apuestan por incrementar su dotación a las que prefieren contenerlas o, incluso, congelarlas.

Hasta el momento, las enmiendas acordadas, que suponen medidas por un valor de 75 millones de euros, y la «buena sintonía» entre los equipos negociadores -que lidera el consejero Azpiazu por parte del Gobierno Vasco y en Elkarrekin Podemos componen Lander Martínez, Cristina Macazaga, Joserra Becerra y Rosa Martínez- anticipan un acuerdo global que previsiblemente se cerrará la semana próxima y permitirá la aprobación de las Cuentas. Un horizonte próximo ante el que ambas partes se muestran «optimistas».

Martínez ya adelantó que su formación no apoyará los Presupuestos «porque no son los nuestros y no podemos votar que sí», por lo que para facilitar que salgan adelante será necesario que al menos dos de los once parlamentarios de Elkarrekin Podemos se abstengan en la votación parlamentaria. Una maniobra que realizarán los dirigentes de Podemos y Equo, dos de la fuerzas que forman parte de la coalición de izquierdas, ya que su tercer miembro, Ezker Anitza-IU, ya ha decidido que se opondrá, al igual que en ejercicios anteriores, porque considera que las Cuentas «continúan de los últimos años y no responden a las necesidades de la mayoría social trabajadora para tener una vida digna».

Una postura que el líder de Elkarrekin Podemos considera que demuestra que «son capaces de gestionar las discrepancias en el grupo parlamentario» y ante la que defiende que, con los acuerdos alcanzados, se da cobertura a los tres grandes objetivos que su formación se había marcado cuando se sentó a negociar con el Gobierno Vasco: tejer «un escudo social y económico» que proteja a la ciudadanía ante posibles situaciones futuras desfavorables, la lucha por la igualdad de sexos y contra los efectos del cambio climático.

Además del incremento de la RGI, el Gobierno de coalición entre PNV y PSE-EE y Elkarrekin Podemos han pactado el incremento de 20 millones de euros de la dotación para el fomento del empleo, así como políticas para combatir la brecha salarial e impulsar el «empleo verde» o la modificación del programa Lehen Aukera específico para autónomos.

A la lucha contra el cambio climático le corresponden 15 millones de euros para financiar, entre otras, medidas para la promoción del autoconsumo eléctrico o planes de prevención de inundaciones y de apoyo a una transición energética «justa».

Las enmiendas recogen también el incremento en 10 millones de euros para infraestructuras educativas. La igualdad se lleva 3 millones para favorecer la empleabilidad de la mujer en sectores masculinizados. Se emplearán otros 10 millones para evitar el desarraigo de las empresas en un entorno de crisis o desaceleración económica. Por último, se destinan 436.000 euros a la prevención de la ludopatía.