El Gobierno defiende que el diálogo con el PNV es «absolutamente constructivo» a pesar del 'no' a la reforma laboral
Los jeltzales advierten, un día después de la rocambolesca votación en el Congreso, que el Ejecutivo deberá «esforzarse» si quiere contar con su apoyo en la negociación de próximas leyes
La situación atípica que se vivió ayer en el Congreso, con la lectura errónea del resultado de la votación, la confusión de un diputado del PP que ayudó a salvar la reforma laboral o el giro inesperado de última hora que protagonizaron los dos representantes de UPN, también ha abierto otro debate: ¿Sobrevivirá el bloque de la investidura después del sonoro portazo que dieron ayer al decreto partidos como ERC, EH Bildu o el PNV? Para el Gobierno no hay duda: «Sí». Otra cosa bien distinta es la lectura que hacen los socios habituales del Gobierno.
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La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha aterrizado este viernes en Euskadi dispuesta a seguir manteniendo intacta una interlocución fluida con el PNV. Un diálogo con los jeltzales «absolutamente constructivo», según ha defendido, que se escenificará en próximas horas durante un encuentro en Ajuria Enea con el lehendakari, Iñigo Urkullu. «La mayoría de la investidura sigue siendo una base (...) y las relaciones con los partidos que nos han apoyado firmemente hasta ahora son excelentes», ha defendido la ministra durante una entrevista en Radio Euskadi.
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Apenas han pasado unas horas desde que Calviño suspirase aliviada y se echara las manos a la cabeza -literal- después de que Meritxell Batet anunciara en el Congreso, con apenas unos segundos de diferencia, la derogación y la convalidación de la reforma laboral capitaneada por Yolanda Díaz. «La verdad, nos llevamos alguna sorpresa, pero lo importante es que haya salido adelante», ha dicho Calviño, que ha esquivado cualquier valoración acerca de la rocambolesca votación que se produjo ayer en la Cámara baja, limitándose así a poner en valor el éxito de un diálogo social que facilitará, según ha defendido, la mejora en las condiciones laborales de los trabajadores.
Calviño, que ha situado a Euskadi como «uno de los motores económicos del país», ha incidido en la importancia de haber sacado adelante una reforma laboral que abre las puertas de par en par al plan de recuperación económico europeo. Y ha sacado pecho por haber logrado desde el Gobierno sacar adelante diferentes iniciativas parlamentarias a través de la 'geometría variable'. «Nuestra capacidad de dialogar para sacar adelante los proyectos demuestra nuestra capacidad de gobernar en la realidad del siglo XII», ha asegurado la ministra. Un planteamiento que, desde el otro lado de la barrera, se observa con atención.
Minutos antes, era el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, quien lanzaba un aviso a navegantes: o el Gobierno hace un «esfuerzo» mayor por satisfacer las demandas de los jeltzales a través del diálogo y el acuerdo, o el Ejecutivo de Pedro Sánchez perderá a uno de sus socios preferentes que ayer, por de pronto, ya sacó la tarjeta amarilla al votar 'no' a la reforma laboral. «El Gobierno tendrá que esforzarse en las semanas sucesivas para ir reconstruyendo una mayoría que le permitan sacar asuntos adelante», ha avisado el dirigente nacionalista. «El Gobierno tiene que esforzarse más en en intentar buscar acuerdos, en construir y mantener la mayoría (de la investidura)», ha insistido.
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A este respecto, Esteban -que, por otro lado, ve «poco recorrido» al recurso de PP contra la votación de la reforma laboral- ha sacado una ristra de normativas que se debatirán próximamente en el Congreso para dejar constancia de la «preocupación» que ahora mismo está instaurada en Sabin Etxea. «Tenemos retos importantes: la ley Audiovisual, la ley de Vivienda, que me imagino que vamos a tener problemas... El Gobierno anunció medidas en el ámbito sanitario que me temo que puedan tener problemas competenciales, está también la ley del Deporte…», ha enumerado. Toda una batería de normas «complejas», según ha calificado Esteban, que según están planteadas en la actualidad podrían ahuyentar del nuevo al PNV, lo que trastocaría la estabilidad de la legislatura si también EH Bildu y ERC se mantienen en el 'no' como en la reforma laboral.
Otro asunto espinoso que determinará la relación entre el Gobierno y el PNV es la transferencia a Euskadi del Ingreso Mínimo Vital (IMV). Una cuestión que, dependiendo de cómo se aborde en última instancia, podrá reconducir la sintonía entre ambos interlocutores o, por el contrario, hacer saltar por los aires el entendimiento. «Se están puliendo cosas y confiamos en que en breves se pueda dar la transferencia, si no, ahí sí que sería completamente diferente el planteamiento del PNV de cara a lo que resta de legislatura», ha advertido Esteban, mientras Calviño ha defendido que la negociación va bien encaminada y que la actitud del Gobierno en ese sentido es de «cooperación leal» para que la competencia pueda llegar a manos del Gobierno Vasco de manera íntegra e indefinida.
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