El PNV evita pronunciarse sobre el nuevo retraso de su reunión con Pedro Sánchez
El líder socialista extrema los tiempos al posponer a septiembre sus reuniones con PNV y Podemos
ander azpiroz y Miguel Villameriel
San Sebastián
Sábado, 24 de agosto 2019, 07:46
Pedro Sánchez está dispuesto a apurar al máximo los plazos para intentar una nueva investidura. Tanto que, si finalmente se produce ese debate, ... podría superar en incertidumbre a la investidura de Mariano Rajoy en octubre de 2016, que se produjo apenas cuatro días antes de ir a unas terceras elecciones generales consecutivas, tras la traumática abstención del PSOE. El líder socialista -que en su día abanderó el 'no es no' contra Rajoy y se vio obligado a dejar la dirección del partido en aquel convulso otoño de 2016- adelantó a principios de mes su intención de entrevistarse a lo largo de esta semana en Bilbao con el presidente del PNV, Andoni Ortuzar. Pero aún no lo ha hecho y tampoco tiene previsto hacerlo la próxima semana, según informó la portavoz Isabel Celaá tras el Consejo de Ministros. Es decir, las reuniones con el PNV y Podemos no se producirán, como pronto, hasta principios de septiembre.
La forma en la que Sánchez lleva las negociaciones para un segundo intento de investidura está generando contrariedad en algunos dirigentes del PNV, a quienes les gustaría ver un intento más decidido para formar gobierno, aunque fuentes del EBB evitaron realizar cualquier valoración crítica del retraso. Andoni Ortuzar trasladará su opinión al líder socialista cuando tenga ocasión de reunirse con él en privado, pero por el momento la posición oficial del PNV es que «seguimos esperando tranquilamente» a que Sánchez ponga una fecha «porque son ellos los que marcan los tiempos. Así que nada que decir», apuntaron.
Falta ya solo un mes para que se convoquen los que serían los cuartos comicios en cuatro años, pero, de momento, Sánchez continuará con las reuniones con colectivos sociales que comenzó el 5 de agosto. Será a partir de septiembre cuando se retomen los contactos políticos para, sobre la base del programa que está elaborando el PSOE, proponer un Gobierno monocolor apoyado desde fuera por Unidas Podemos, una «trágala» que la formación morada volvió a descartar el pasado miércoles en una carta que envió a sus militantes, los mismos que ya votaron de forma mayoritaria en una consulta interna apoyar solo un Ejecutivo de coalición.
«La posición de 'o como yo digo o elecciones' no solo es irresponsable, sino que está llamada al fracaso», señala la dirección podemita en la misiva. Pese a esta advertencia del que hasta hace semanas era su socio preferente, el Gobierno mantiene que el dilema entre el Ejecutivo de coalición o las nuevas elecciones es falso. «Hay muchas fórmulas que merece la pena explorar», insistió Celaá. La portavoz del Ejecutivo se ajustó al guion de lo que tanto Sánchez como Carmen Calvo han venido repitiendo desde finales del mes pasado: «Hay suficiente desconfianza como para que no resulte transitable esa opción de coalición, pero hay otras opciones en las que sí queremos acercar posiciones, y una es la del programa».
La ministra insistió en que, pese a que el reloj corre, «todavía hay tiempo» y que, en cualquier caso, «los plazos los marca quien más responsabilidad tiene y quien obtuvo el mejor resultado en las elecciones generales, que es el presidente». Unidas Podemos no piensa lo mismo. Tras casi un mes de espera con la mirada puesta en un teléfono que no suena, Pablo Iglesias movió ficha el martes al enviar una nueva propuesta de gobierno en la que su formación ocuparía una vicepresidencia social y tres ministerios. El documento, de 119 páginas, era una propuesta inicial sobre la que sentarse de nuevo a negociar, pero el PSOE tardó apenas tres horas en rechazarlo, para desconcierto de Podemos.
Echenique urge a negociar
Ayer, Podemos volvió a insistir en que es necesario iniciar los contactos a la mayor brevedad posible. El partido morado está dispuesto a ceder respecto a la propuesta del martes -«pretendemos ponerlo fácil», dijo Echenique-, y eso que en la dirección del partido se considera que la renuncia de su líder a entrar en el Consejo de Ministro, una posibilidad que vetó Sánchez, fue ya la mayor cesión posible.
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