«La AVT en Euskadi sigue ayudando a víctimas de ETA con vales para comida»
La asociación, que nació tal día como hoy de 1981 para dar voz a los afectados por el terrorismo, conmemorará sus 40 años a lo largo de 2021
Han pasado 40 años desde que tres mujeres, Ana María Vidal-Abarca, Sonsoles Álvarez de Toledo e Isabel O'Shea, se unieron para dar voz ... a las víctimas del terrorismo. Acordaron enviar una solicitud al Ministerio del Interior para crear la Hermandad de Víctimas del Terrorismo, colectivo que fue legalizado tal día como hoy de 1981. Pasó después a llamarse AVT y a batallar con la palabra para sacar a las víctimas del olvido y luchar contra su invisibilidad.
Publicidad
Una de sus primeras decisiones fue insertar un anuncio de prensa, pagado por ellas mismas, en el que se informaba a los familiares de asesinados en acciones terroristas que podían escribir a un apartado de Correos en Madrid. Desde entonces, la AVT ha sido clave en la condena moral de los crímenes cometidos por organizaciones terroristas, principalmente ETA. La asociación reúne hoy en España a casi 4.800 afiliados y la delegación en Euskadi cuenta con 238 asociados.
Araluce denuncia que «los traslados de presos y el protagonismo político de Bildu ejercen efectos muy negativos en las víctimas»
A lo largo de los años se ha volcado en la atención social, psicológica y legal a los asociados, todos ellos familiares de asesinados y heridos en atentados terroristas. «La asociación continúa hoy con la asistencia legal, el equipo de psicólogos siguen dando tratamiento a pesar de que han transcurrido muchos años de algunos asesinatos. Y no solo eso, sino que hay gente en situación muy precaria y la AVT sigue ayudando a víctimas con vales para comprar comida en el supermercado», explica Jorge Mota, exdelegado de la AVT en Euskadi. La incompatibilidad de Mota por su paso a la política municipal como concejal donostiarra del PP dejó el pasado febrero la plaza de delegado vacante a la espera de que la pandemia permita realizar el relevo. En su lugar ejerce de responsable el delegado de La Rioja, Víctor López.
Mota aún recuerda los días en que no tenían «manos suficientes para sujetar la pancarta» en las protestas cada vez que se producía un atentado. Tras el asesinato de su hermano Ángel en 1990, Mota inició su tarea en apoyo a las víctimas primero desde Denon Artean con Cristina Cuesta y después desde Covite, colectivo del que un nutrido grupo se escindió por discrepancias en 2013 para integrarse después en la AVT vasca. En su tiempo de delegado, Mota ha contado con la colaboración estrecha, entre otras muchas, con víctimas guipuzcoanas como Miguel Olaziregi, Caty Romero, Albino Machado, Gerardo Arín, así como los vitorianos José Antonio Díez y Begoña Elorza.
Publicidad
«El tiempo no lo cura todo»
Maite Araluce, presidenta de la AVT desde 2018, defiende que la asociación sigue siendo todavía «necesaria». «Ahora están intentando que de la visibilidad pasemos a la invisibilidad. Es el proceso inverso». Considera que «se pretende ocultar a las víctimas y a sus justas reivindicaciones de verdad, memoria, dignidad y justicia». La hija de Juan María Araluce, el presidente de la Diputación de Gipuzkoa asesinado por ETA en 1976, explica que para las víctimas el tiempo no lo cura todo» y denuncia que «los traslados de presos etarras y el protagonismo político de Bildu están teniendo efectos muy negativos en las víctimas».
La conmemoración de sus cuatro décadas de existencia se prolongará durante todo 2021 con iniciativas como la elaboración de un documental, la promoción de varias publicaciones, sendos concursos de redacción y fotografía y el libro '40 años. 40 relatos'. Debido a la pandemia hoy se publicará en redes un vídeo del 40 cumpleaños y se presentará el calendario de actividades que ha coordinado la abogada Carmen Ladrón de Guevara.
Publicidad
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión