El lehendakari encarrila la opción de que las elecciones vascas sean el 12 o el 19 de julio
Urkullu logra el respaldo de PNV, PSE y Equo para celebrar los comicios en verano, el PP se abre a apoyarlo, y EH Bildu y Podemos se oponen
Aún no hay fumata blanca, pero las posibilidades de que las elecciones vascas se celebren en julio si la evolución de la pandemia lo permite ... ganaron ayer muchos enteros. La mesa de partidos convocada por el lehendakari para reactivar el proceso electoral en Euskadi, tras la suspensión de las autonómicas previstas para el 5 de abril, fue positiva para las posiciones que defiende Iñigo Urkullu, convencido de que julio puede ser la mejor ventana de oportunidad para convocar las elecciones, por la previsible mejora en el número de contagios. PNV y PSE, los dos socios de gobierno, avalaron la propuesta del lehendakari, al igual que Equo-Berdeak, mientras que el PP abrió la puerta a respaldar la opción de julio en la reunión que los partidos volverán a mantener dentro de dos semanas, el día 14 de mayo, para cerrar una fecha electoral. EH Bildu y Elkarrekin Podemos fueron los únicos que ayer mostraron su rechazo a convocar elecciones de forma «apresurada». Pero Urkullu podría contar con el aval explícito de una mayoría absoluta de los grupos para que los comicios vascos sean el 12 o el 19 de julio.
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¿Por qué alguna de esas dos fechas? La razón es que la nueva reunión con los partidos que convocó ayer el lehendakari para el 14 de mayo lleva a que la primera jornada electoral posible sea el 12 de julio, ya que desde la convocatoria hasta la celebración de las elecciones deben transcurrir 54 días. El pasado viernes, en su comparecencia ante la Diputación Permanente, Urkullu avanzó que dejaría tres semanas de margen para «reflexionar» con los partidos sobre la mejor fecha electoral posible, por lo que la reunión del día 14 respetará escrupulosamente esos plazos. Si el lehendakari convoca elecciones en los días siguientes a ese encuentro, serán el 12 de julio. Si espera una semana más para ver la evolución de la pandemia, convocaría para el 19 de julio. Salvo causa de fuerza mayor, no entra en sus planes ir más allá de esa fecha porque sería adentrarse aún más en el verano, según explican fuentes de Lehendakaritza.
En cualquier caso, Urkullu no presentó un plan cerrado a los líderes de los partidos vascos en la reunión de ayer en Lehendakaritza. De hecho, puso sobre la mesa dos posibles escenarios de cara a la convocatoria electoral: julio o los meses de septiembre u octubre. No dio más alternativas. Recordó que la fecha límite para la convocatoria legal de las elecciones vascas sería el 25 de octubre (un mes después de que el 25 de septiembre se cumplan cuatro años desde las últimas autonómicas), por lo que urgió a los partidos a realizar esta «reflexión» con tiempo suficiente y «sin eludir la responsabilidad democrática» de todos los grupos.
La mesa de partidos convocada por Urkullu tenía dos objetivos fundamentales: evaluar la declaración de emergencia sanitaria que el Gobierno Vasco decretó en marzo -y cuyo levantamiento es una premisa imprescindible para que el lehendakari pueda volver a convocar las elecciones- y analizar los escenarios para la convocatoria electoral pendiente. Para exponer sus puntos de vista, Urkullu entregó a los partidos una decena de informes sobre el contexto sanitario, político y jurídico actual. Y los acompañó con un informe sobre las medidas que habría que tomar en consideración para la celebración de unos comicios en los próximos meses.
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El lehendakari planteó a los grupos «una reflexión sobre los datos, criterios y opciones para poder decidir» una fecha electoral y evaluó los pros y contras de las dos opciones que trasladó a los grupos, julio o inicios de otoño. En la propia exposición de motivos, Urkullu dejó claro que su preferencia se decanta hacia julio. Como ventajas de esa elección destacó que la previsión sanitaria indica que, en estos momentos, estamos en una fase de «estabilización y descenso del riesgo de contagios» y que «los meses de verano, entre el 21 de junio y el 21 de septiembre, podrían ser los de menor nivel de contagio».
La alternativa de septiembre
A la segunda opción que puso sobre la mesa, la de los meses de septiembre u octubre, el lehendakari le encuentra más pegas. Explicó que los expertos sanitarios aseguran que «a partir de la llegada del otoño, el 21 de septiembre, existe un riesgo de rebrote de la enfermedad» que, además, podría complicarse con la gripe estacional. Añadió que «es seguro que en otoño no contaremos con el suministro de una vacuna».
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Con todos estos datos sobre la mesa, el lehendakari convocó a los partidos a una nueva reunión en dos semanas para volver a valorar la situación y decantarse por una fecha definitiva. Urkullu reconoció que «no existen garantías al 100% sobre la evolución de la enfermedad», pero aseguró que, precisamente por eso, «es tan importante analizar y valorar, con tiempo suficiente, las dos opciones posibles». Defendió que los criterios sanitarios deben ayudar a «adoptar una decisión con carácter objetivo» y confió en que se pueda «compartir la decisión» sobre la fecha de las elecciones. Un deseo que será difícil de materializar, porque EH Bildu y Elkarrekin Podemos dejaron entrever que no están por la labor de avalar unas elecciones en julio. Fuentes del PP, sin embargo, adelantaron a este periódico que avalarán la opción del 12 julio si hay suficientes garantías sanitarias.
Como alegato final, el lehendakari se mostró partidario de restaurar cuanto antes «la normalidad política y democrática». Recordó que «el Parlamento Vasco, la sede de la soberanía, no funciona con normalidad porque solo está operativa la Diputación Permanente», en la que Urkullu ha comparecido dos veces desde el inicio de la crisis y volverá a hacerlo el 8 de mayo. Aunque aseguró que «no nos encontramos en una situación de normalidad democrática».
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De cara a la reunión del día 14, el lehendakari se comprometió a presentar a los grupos un documento con todas las medidas de prevención necesarias para la campaña y la jornada electoral.
Sin quiebra con sus socios
Uno de los momentos más tensos de la reunión de ayer fueron las discrepancias que la secretaria general del PSE, Idoia Mendia, expuso hacia la forma en la que el lehendakari está enfocando la crítica a la gestión de la crisis por parte del Gobierno de Pedro Sánchez. Un choque entre los dos socios de gobierno que llegó a sorprender a los representantes de otros grupos. Desde Lehendakaritza, no obstante, negaron que exista una quiebra entre los socios y enmarcaron la crítica de Mendia en la normalidad política.
La «mayoría» de los expertos avalan que el riesgo bajará en verano
Los informes jurídicos y sanitarios aportados ayer por el lehendakari a los partidos avalan la posibilidad de celebrar las elecciones en verano, al constatar que la «mayoría» de los expertos sanitarios considera que la incidencia del coronavirus será más baja en ese periodo.
Por su parte, el informe elaborado por los servicios jurídicos del Gobierno Vasco advierte de que agotar el plazo «natural» de la legislatura sin unos nuevos comicios vulneraría de forma «flagrante» el derecho de sufragio de la ciudadanía vasca. El límite temporal y legal de la legislatura se agotaría el 25 de octubre.
Voto por correo, EPIs, guantes y colegios sin aglomeraciones
La decena de documentos que Urkullu entregó ayer a los grupos también incluía un informe del Departamento de Seguridad en el que se esbozan las medidas necesarias para llevar a cabo una jornada electoral en un contexto de pandemia. Porque, por mucho que baje la incidencia del Covid-19, de aquí a otoño el riesgo no desaparecerá totalmente. Iríamos hacia unos comicios diferentes con potenciación del voto por correo, equipos de protección tipo EPIs y guantes para los miembros de las mesas, redimensión de los colegios electorales para evitar las aglomeraciones o la posibilidad de fijar franjas horarias para votar.
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