La AVT denuncia en Donostia «la humillación a las víctimas» con los homenajes a terroristas

Bajo una fina lluvia, un centenar de personas han respaldado el acto que la AVT ha protagonizado en los jardines de Alderdi Eder, donde el vicepresidente de la asociación, Víctor López, ha lamentado que «aunque cambian de nombre y de lugar, estas concentraciones siguen teniendo como objetivo mostrar como víctimas a los terroristas por una supuesta legislación de excepción, y ensalzar a quienes han sido condenados por pertenecer o colaborar con ETA». Y ha arremetido contra los actos que sirven de enaltecimiento del terrorismo pese al «sangriento historial criminal de ETA», lo que implica «menosprecio y humillación a las víctimas y sus familiares».

Acompañado por el subdelegado del Gobierno en el País Vasco, Guillermo Echenique, y miembros del PP de Gipuzkoa como Borja Corominas y Manu Arrúe y de Ciudadanos, entre los que se encontraban José Manuel Gil o Luis Gordillo, el vicepresidente de la AVT ha asegurado que «una sociedad sana no puede permitir que los terroristas sean homenajeados como héroes. Porque lo que de verdad buscan con este tipo de homenajes es la puesta en libertad antes de tiempo de los presos etarras justificando todos y cada uno de sus delitos. Porque las víctimas no merecemos que se nos humille y se pise nuestra dignidad».

Entre los aplausos de los que esta mañana han acudido al homenaje a las víctimas de Parot como respuesta a las concentraciones de Arrasate, López ha manifestado el hartazgo de denunciar este tipo de actos en la Audiencia Nacional y que «ni los tribunales ni las delegaciones de gobierno las prohíban. Alegan que tiene que celebrarse el acto para saber si humilla o no las víctimas. ¿No es suficiente ver cómo se humilla a las víctimas y se ensalza a los terroristas en todas las concentraciones que llevan haciendo Sare y compañía todos estos años? Sinceramente: nos sentimos engañados, humillados y vilipendiados».

Inés Ibáñez de Maeztu, adjunta al Ararteko, ha sido la encargada de hacer la ofrenda floral junto al monolito en memoria de las víctimas en un acto que ha terminado con gritos de «Basta ya».

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Asimismo, las víctimas agrupadas en la asociación mayoritaria en España ha realizado sendas ofrendas florales en las capitales de los territorios en los que, entre 1978 y 1989, el Henri Parot acabó con la vida de sus 39 víctimas mortales y dejó heridas a dos centenares más en atentados cometidos en Irun, Madrid, Alcalá de Henares, Zaragoza, la localidad granadina de Montillana y Castellón de la Plana.