Covite cifra en 196 los actos de enaltecimiento a ETA en 2018

De todos ellos, un total de 62 se corresponden a 'ongi etorris' a presos, es decir, homenajes a miembros de ETA en sus localidades de origen o lugar de residencia tras salir de prisión una vez cumplida su condena, o a etarras fallecidos. De estos 62 homenajes a miembros de ETA, 30 se han realizado en Gipuzkoa, 19 en Bizkaia, 5 en Araba y 8 en Navarra. «España es el único país de la Unión Europea que permite que se homenajee en las calles a terroristas sanguinarios orgullosos de su pasado criminal, con el riesgo que entraña para las nuevas generaciones», ha censurado la presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez, a través de un comunicado.

La hermana de Gregorio Ordóñez, edil del PP asesinado por ETA en 1995, ha recordado, además, que recientemente la Unión Europea ha instado a los Estados miembros a que refuercen sus sistemas para garantizar apoyo a las víctimas del terrorismo, siendo una de las medidas que se prohiban por ley los homenajes a terroristas por ser «humillantes» para todos los damnificados por la banda.

Marzo fue el mes en el que más homenajes a etarras hubo, con un total de 21. De ellos, 15 se correspondieron a actos para recordar a Xabier Rey –que estaba condenado por pertenencia al comando Hego Haizea, entre cuyos objetivos estaban guardias civiles, un concejal de UPN y otro de PSN– después de que se suicidase en la cárcel Puerto III de Cádiz el pasado 6 de marzo. Durante los tres días posteriores a su suicidio, hubo homenajes en varias localidades de los tres territorios vascos y también en Navarra. De hecho, destacados portavoces de la izquierda abertzale como Antón López Ruiz, Kubati, portaron en Pamplona el féretro de Rey. También fueron varios los homenajes dedicados el 7 de junio al etarra Txabi Etxebarrieta –asesino del guardia civil José Antonio Pardines, la primera víctima de ETA– en Tolosa, Derio y Bilbao. Asimismo, el pasado mes de agosto fueron multitudinarios los homenajes dedicados a la expresa Leire Etxebarria en las localidades vizcaínas de Galdakao y Basauri.

«Un tipo de acto de enaltecimiento del terrorismo que ha aumentado de forma considerable tras la disolución de ETA ha sido la aparición de pintadas y de pancartas dando las gracias a ETA o alabándola», ha manifestado Covite, que ha registrado un total de 53 actos de enaltecimiento de este tipo, produciéndose la mayoría de ellas en mayo y en junio, dos meses después de la disolución de ETA «La desactivación de las siglas de ETA no implica que desaparezca su proyecto político totalitario y excluyente, que está ahora en las instituciones más vivo que nunca», ha advertido. «Las pintadas y pancartas de agradecimiento a ETA son una muestra de que los herederos políticos e ideólogos de ETA no están en nuestras instituciones por haber pertenecido a ETA, sino gracias a la banda terrorista. Y, desde ellas, están intentado imponer el proyecto político e institucional que ETA quería», ha insistido la presidenta del colectivo.

Del resto de actos de enaltecimiento del terrorismo de ETA registrados, 27 hacen referencia, según Covite, a fiestas populares en las que se ha alabado «de forma explícita» a ETA o se han portado retratos de presos para pedir su excarcelación. 8 de estas fiestas se han realizado en Gipuzko, 8 en Bizkaia, 3 en Araba y 8 en Navarra. Asimismo, durante todo este años se han producido 28 manifestaciones en las que se ha reclamado la amnistía de los presos de ETA.

Con estas cifras sobre la mesa, Covite ha reclamado «de forma urgente» que se apliquen políticas de prevención de la «radicalización» en el País Vasco y en Navarra para que «las nuevas generaciones no tomen como ejemplo a seguir a terroristas sanguinarios orgullosos de su pasado». «El culto al terrorista es sistemático en las calles del País Vasco y Navarra debido a la inacción de las instituciones y a la pasividad de la justicia», ha denunciado Ordóñez. A su juicio, un ejemplo de ello es «el acto indigno y humillante que durante hoy y mañana organiza Sare» a favor de la excarcelación los presos de ETA en Pamplona. Ordóñez ha insistido, por ello, en la necesidad de «deslegitimar a ETA social, política y culturalmente, dado que su brazo político y social está divulgando un relato manipulado que justifica su actividad criminal y diluye sus responsabilidades para mantenerse en las instituciones».