Vila Michelena dice al tribunal sentirse orgulloso de su militancia en ETA

El presunto etarra Fermín Vila Michelena ha afirmado este martes ante el tribunal que le juzga por integración en ETA que se siente orgulloso de su militancia, que no reconoce la jurisdicción de la Audiencia Nacional y que aboga por una negociación política para la independencia del País Vasco.

Cuando el tribunal se disponía a interrogarle en el juicio contra él por participar en 2001 en el comando Madrid, Vila Michelena ha comenzado a dar un discurso en euskera hasta que el presidente de la sala, Alfonso Guevara, le ha cortado. Durante su perorata, el acusado ha reconocido su pertenencia a ETA y sentirse "orgulloso" de su militancia, ha negado la competencia del tribunal para juzgarle y ha pedido una solución política a la independencia del País Vasco.

Vila Michelena, que llevaba huido desde 2001 y fue detenido en 2010 en Belfast (Irlanda del Norte), se enfrenta a una petición fiscal de 43 años de prisión (10 años por integración en ETA, otros 10 por depósito de armas, 20 más por conspirar para asesinar a cuatro personas y 3 por robo de vehículo con fines terroristas).

Del comando Madrid

Se le acusa de haber formado parte en 2001 del grupo "Buru Ahuste" (Cabeza Perdida) del comando Madrid y, dentro del mismo, haber robado un coche que se usó luego en un atentado en la calle Corazón de María que causó 94 heridos.

También se le atribuye haber vigilado a cuatro personas que la banda había fijado como objetivo: un magistrado del Tribunal Supremo, el consejero del Tribunal de Cuentas Juan Velarde y los concejales del PP en el Ayuntamiento de Madrid Adriano García Loigorri y María Antonia Suárez Cuesta.

Según la fiscal, el presunto etarra se trasladó a Madrid desde Francia para formar parte del comando y luego volvió al país galo, donde se le perdió la pista hasta que en 2010 fue detenido en Irlanda del Norte, donde trabajaba de cocinero.

Hoy han declarado en el juicio dos etarras condenados como integrantes del mismo comando y que actualmente cumplen pena en prisión, Aitor García Aliaga y Ana Belén Egües Gurrutxaga, aunque ambos han dicho no acordarse de los hechos o han negado que Vila Michelena llevara a cabo acciones terroristas.

Egües Gurrutxaga ha comenzado diciendo que conoce al acusado porque es "compañero de militancia". "Hemos militado en la organización armada ETA", ha asegurado, y más tarde ha añadido que ambos trabajaban "en pro de la libertad" de Euskadi.

La etarra ha explicado que lo conoció en 2001 en Madrid, aunque él "nunca estuvo cómodo, no le gustaba la ciudad de Madrid". "Ya he sido juzgada y condenada, ¿por qué me pregunta?", le ha espetado a la fiscal cuando le preguntaba sobre su participación en el comando.

Ella fue la persona que supuestamente robó el coche junto Vila Michelena que luego se usó en el atentado. En su momento, la etarra reconoció estos hechos, pero hoy se ha desdicho apelando a que hizo esas declaraciones bajo malos tratos.

Ha reconocido que estuvo "una temporada" en el piso de Madrid que compartía el comando. "Estuvo un tiempo con nosotros, no me acuerdo exactamente dónde", ha dicho, aunque ha agregado que él nunca participó en acciones terroristas ni en seguimientos de objetivos.

Rectifica su declaración

El secretario judicial que estuvo presente en la comparecencia de la etarra ante el juez en la que reconoció los hechos también ha declarado hoy como testigo y ha afirmado que la mujer declaró libremente, contestó a las preguntas sin coacción y estuvo asistida por un médico forense.

En la misma línea, García Aliaga ha querido rectificar la declaración inculpatoria que en su día hizo ante la policía y el juez, alegando que entonces dijo lo que le obligaron a confesar.

"Ha pasado mucho tiempo y durante cinco días que me tuvieron detenido me hicieron declarar muchas cosas, me hicieron firmar muchas cosas", ha asegurado al tribunal, tras lo que ha sostenido que no se acordaba de si el acusado estaba en esa época en Madrid.

El juicio contra Vila Michelena, entregado a España en junio de 2014, proseguirá mañana con las conclusiones de la fiscal y las acusaciones (entre ellas la AVT), así como la defensa.

El fiscal basa su acusación en que se encontraron huellas dactilares y documentos manuscritos del acusado en varios pisos registrados a los miembros del comando. EFE