Multikirola en revisión
El programa del deporte escolar guipuzcoano necesita una profunda revisión tras la sentencia del TSJPV
El programa Multikirola ha perdido 5.200 niños este curso 2025/2026 después de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco que ... anuló en abril la obligatoriedad de participar en su programa de iniciación escolar para que los alumnos de entre 8 y 12 años puedan apuntarse en un club. La caída de matriculaciones en el modelo de deporte escolar de la Diputación de Gipuzkoa ha sido del 18,2% de un año a otro. El número de equipos inscritos ha pasado de 1.493 a 1.111 y ocho centros educativos no han seguido en el programa. Las cifras son elocuentes del impacto de la sentencia. El programa, con tres décadas de trayectoria, siempre ha estado apoyado en la necesidad de fomentar el deporte en Gipuzkoa, huyendo de la especialización temprana y la competitividad. Durante los diferentes gobiernos forales de distinto color, la Diputación ha defendido el Multikirola por su carácter vertebrador, por apostar por ofrecer hacer deporte a los niños libres de «la presión que les pone el sistema» y por su capacidad «para formar personas» y ayudarles «a explorar sus talentos deportivos». Prueba de ello, defiende el Gobierno foral, es que el resultado ha sido situar a Gipuzkoa en el podio de multitud de disciplinas deportivas.
El fondo es difícilmente criticable. Es, sin embargo, la forma en la que se ha desarrollado el programa lo que merece su análisis. Desde que se anunció la sentencia que condenaba la obligatoriedad, se ha descubierto que el Multikirola se apoyaba sobre pilares de plastilina. Falta de competencias acreditadas de muchos de los formadores (entrenadores); demasiadas incógnitas sobre el papel que juegan los centros educativos; una enorme disparidad de precios, tarifas y tipos de 'multikirolas' según el centro escolar y la comarca en la que se ha venido aplicando; y un evidente impacto en la conciliación de las familias, dado el calendario obligatorio de competiciones deportivas. El sistema además siempre ha incluido una pregunta implícita que sigue sin abordarse. Si el Multikirola es tan necesario para unos objetivos que una mayoría puede compartir, cómo no forma parte del curriculum escolar. Además de enmendar su carácter obligatorio, la sentencia del TSJPV ha puesto todas estas preguntas sobre la mesa. Corresponde ahora a la Diputación acabar con la polarización con la que se ha abordado este debate durante años, y diseñar un sistema que responda a los objetivos del programa pero que se asiente en pilares mucho más defendibles, consistentes, ordenados, integradores y voluntarios.
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