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Editorial

Una Euskadi en cambio

La vivienda y la delincuencia son los principales problemas de la ciudadanía vasca, con un independentismo que está a la baja

Sábado, 5 de julio 2025, 02:00

La vivienda se afianza como el principal problema vasco, aunque crece también la preocupación por la inseguridad y la delincuencia, y el independentismo se mantiene ... en niveles bajos. Estas son las principales conclusiones del informe del último Sociómetro, que da un aprobado al lehendakari Imanol Pradales al año de llegar a Ajuria Enea. Su nota media es del 5,7, la más alta entre los líderes políticos vascos. Es el más conocido, con un 78%. En el sondeo empieza a hacer mella la crisis de la corrupción, pero no afecta a los equilibrios de fuerzas. Pradales volvería a ganar en Euskadi y mantendría la mayoría absoluta pese al desgaste socialista. El lehendakari ha logrado hacerse conocer de forma relevante en un amplio sector ciudadano vasco, lo que culmina con éxito una operación de riesgo puesta en marcha por el PNV al relevar a Iñigo Urkullu. Solamente los votantes de PP y Vox no dan un aprobado a Pradales. La encuesta arroja un dato significativo que pone de relieve una inquietante fractura: un 68% entiende que la situación política vasca es buena o muy buena pero solamente un 14% cree lo mismo de España. Un 83% la ve mala o muy mala. El Gobierno Vasco recibe también un 5,9 en capacidad de llegar a acuerdos pero suspende en 'cercanía con la ciudadanía'. Se ha quintuplicado la preocupación por el mercado de la vivienda en cinco años –una inquietud común a la del resto de España y de Europa– mientras que, en el caso de Osakidetza, de un 35% que la citaba como problema en el Sociómetro baja ya al 28%. El Gobierno Vasco puede coger aire pero tropieza con otro asunto. La suma de criminalidad e inmigración como problema sigue subiendo. Desde el Gobierno Vasco se ponía ayer de relieve que el Sociómetro 'rompe la tendencia' de caída de confianza en los servicios públicos, con una mejora de siete puntos en un año que acaba una tendencia descendente iniciada con la pandemia. Un dato revelador. Este Sociómetro constata que el independentismo está en niveles bajos y que la generación más joven (de 18 a 25) es menos favorable a la ruptura con España que la anterior (de 30 a 45). Son nuevos cambios sociales que antes se forjaban con gran lentitud histórica pero que ahora las redes parecen acelerar con mayor rapidez en una ciudadanía vasca en plena mutación. Algunos nubarrones son amenazantes. De hecho, otro informe demoscópico constataba ayer la fuerte desafección entre los jóvenes europeos hacia la democracia. El dato enciende todas las alarmas.

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