Un txupinazo dedicado a su compromiso
Homenajeados ·
Las asociaciones Arrats y Ekintza Bibe recogen el testigo de Duintasuna en unas Madalenas «especiales»Participación y cuidado suenan muy bien. En especial si se cumple la segunda, que desde el primer segundo se va a poner un ojo en ... que no se produzca ningún tipo de agresión y todos disfruten por igual de unas fiestas especiales. Son dos de los tres valores que ha puesto en valor la alcaldesa Aizpea Otaegi antes del regreso de las Madalenas. El tercero, como no podía ser de otra manera, el compromiso, porque si hay algo por lo que se le caracteriza al municipio errenteriarra es que está construido sobre ese valor. Y en estas fiestas tampoco iba a faltar el reconocimiento a colectivos que tienden su mano para rehacer la vida de cientas de personas.
Publicidad
Arrats y Ekintza Bibe recogen este año el testigo de la Asociación de Colectivos y Pensionistas Duintasuna –homenajeada en 2019– para prender fuego a la mecha del txupinazo y participar en muchos de los actos organizados en las fiestas desde mañana y hasta el 25. No pueden estar «más agradecidos», coinciden los responsables de ambas asociaciones, Jose Maria Larrañaga y José Antonio Barcenilla.
Arrats Elkartea comenzó en Pasaia –la central actual está en San Sebastián– trabajando en 1999 con un grupo de personas que se inquietó por la gente que vivía situaciones de exclusión y vulnerabilidad social. «Empezamos con un programa en el que atendíamos a gente que estaba en prisión, preparando a ellos y a sus familiares a estar lo mejor posible, además de que cuando salieran de ella, tuvieran una inserción. Llevamos varios pisos y les acogemos», explica Larrañaga. Hoy trabajan unas sesenta personas y actúan con más de dos mil personas del ancho y largo del territorio.
Txiki-txoko, último proyecto
También comenzaron a trabajar con «Aukerak, para ayudar a mujeres que ejercen la prostitución libremente. Nos dirigimos al lugar donde la ejercen y les atendemos las necesidades (educación sexual, preservativos, etc.)», continúa. Aunque eso no es todo. «El último proyecto que llevamos es txiki-txoko, en el que trabajamos con mujeres inmigrantes que tienen niños y no saben dónde dejarlos. Para ello tenemos como una especie de guardería donde pueden dejar los niños y puedan formarse, trabajar y desde ahí se apoyan entre ellas con muchas voluntarias para socializarse», apunta.
Publicidad
Un primer proyecto les llevó a generar un círculo más amplio. Errenteria fue el lugar donde tuvieron su primer piso para presos y donde actualmente «tenemos un programa con personas de calle».
«No podemos estar más agradecidos por este homenaje, estamos ilusionados», coinciden ambas asociaciones
Lanzar el txupinazo de las Madalenas, algo que «me olía por lo que decía la gente» es «de agradecer muchísimo a todos los que han estado por detrás (ONGs, asociaciones de vecinos, etc.) No tenemos palabras», comenta emocionado larrañaga, quien vive en Errenteria desde hace dieciocho años. «Para nosotros, que se nos reconozca nuestra labor es increíble», admite, mientras piensa que en estas Madalenas «esperamos mucho ambiente tras dos años de ausencia».
Honor a sus veintiocho años
El otro homenajeado de la festividad patronal será Ekintza Bibe, que trabaja en Errenteria desde hace veintiocho años. Esta asociación cuenta con dos psicólogas, Ana Retegi y Beatriz Alonso, y uno de prevención, Josean Barcenilla, mientras que el resto son voluntarios. Tratan la rehabilitación de la ludopatía –en su mayoría–, pero atienden todo tipo de dependencias psicológicas (adicción al juego, sexo...) con un total de noventa personas. «Trabajamos en tres niveles; primero con los pacientes y grupos de autoayuda mutua que intentan que la gente aprenda a decir 'no'. Por otro lado con las familias, para que entiendan que la adicción no es una cosa decidida y, por último, la atención psicológica individualizada, que es la que pone el cierre a todo ese proceso», sostiene Barcenilla. Observan desde la asociación que el pronóstico es «bastante negativo» y «cada vez entra más gente joven que juega», apuntan.
Publicidad
Aun así, «estamos ilusionados porque en estas Madalenas se nos va a permitir visibilizarnos. Siempre nos han respaldado desde el ayuntamiento y estamos abiertos y dispuestos a ayudar. Errenteria sigue siendo un pueblo amable con las relaciones sociales», recuerdan sus miembros.
Mientras los niños, jóvenes, adultos y mayores celebren con efusividad la vuelta de las fiestas por las calles de la localidad, el estruendo que escucharán este miércoles a las 19.00 horas será dedicado al compromiso de las asociaciones Arrats y Ekintza Bibe.
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión