El ascensor que lleva por el camino de la amargura a un pueblo de Gipuzkoa: «Ni 24 horas ha durado»
Las averías del ascensor de Alaberga se han convertido en un quebradero de cabeza para los vecinos de Errenteria
Si existe un pueblo en Gipuzkoa en el que los ascensores son noticia ese es Errenteria. O al menos así lo evidencian sus vecinos, que a través de numerosas denuncias en redes sociales señalan las habituales averías de los ascensores urbanos y especialmente las del ascensor de Alaberga.
Inaugurado en 2017, el ascensor se construyó para salvar los 40 metros de desnivel existentes entre la parte alta y baja del barrio. Una única estructura conformada por dos pasarelas y dos ascensores que tuvo una gran acogida por parte de los vecinos pero que practicamente desde sus inicios se ha convertido en un quebradero de cabeza por las constantes averías del mismo.
Uno de las primeros fallos tuvo lugar en 2019, cuando el ascensor de Alaberga estuvo clausurado durante cerca de dos meses por problemas técnicos. Aquel año, el ascensor dejó de funcionar en la última semana de octubre y los vecinos tuvieron que esperar hasta medidados de diciembre para su vuelta al funcionamiento.
Unos meses más tarde el ascensor de Alaberga volvió a sufrir una avería que obligó a su cierre durante varias semanas entre julio y agosto de 2020. Entonces, fue un retraso en el suministro de los materiales necesarios para su reparación lo que alargó los trabajos de puesta a punto e impidió a los vecinos usar el elevador durante más de veinte días en pleno verano.
Tras un tiempo en el que las averías parecían haber desaparecido, este 2024 de nuevo el ascensor de Alaberga se ha convertido en una preocupación para los habitantes del municipio. En marzo, los días 7 y 8, estuvo parado por trabajos de mantenimiento y este mes de julio la situación se ha agravado con hasta dos cierres diferentes, que han coincidido en fecha con las fiestas de Madalenas de Errenteria.
«Un año más, en días clave, el ascensor de Alaberga que tan gran servicio hace está averiado», señalaba en redes sociales un vecino el pasado sábado 20 de julio, preocupado por la posibilidad de que no prestase servicio durante las fiestas.
Dos días más tarde, el 22 de julio, la empresa responsable de la reparación del ascensor puso solución a la avería, pero por poco tiempo. 24 horas más tarde los vecinos denunciaban que el ascensor de Alaberga volvía a no funcionar, sin que por el momento se haya encontrado solución a los problemas técnicos. «Ni 24 horas ha durado el primer ascensor de Alaberga, otra vez no funciona», denunciaba uno de sus usuarios, después de que numerosas personas señalasen que hacía ruidos extraños.