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Gazume, si las piedras contaran la historia...
Mendira se acerca el próximo sábado 18 a esta preciosa cima que nos ofrece unas magníficas vistas de Hernio y el Cantábrico
El silencio nos acompaña en una mañana fría de esta semana hasta Gazume (1.001 metros de altitud). Una discreta cima que pasa desapercibida para muchos ante la fama de Hernio. Sin querer desmerecer su gran nombre, Gazume enamora a quien se acerca hasta ella por los hermosos rincones que protege a sus pies. Filas de piedras centenarias delimitan los terrenos de pasto que conocen muchos secretos de la historia de aquellos que transitaron por sus sendas carretiles siguiendo la Calzada Real.
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Sobre esas piedras las marcas rojas y blancas coinciden en algunos tramos con las amarillas que informan a los peregrinos del camino de Santiago por donde deben transitar para lograr su objetivo. La historia rodea a Gazume, Hernio y Zelatun, no en vano han sido lugar de paso durante siglos, además de peregrinos, de pastores, ganaderos, comerciantes, portadores y del mismísimo San Ignacio de Loiola. Si esas piedraas pudieran transmitir toda la historia e historias de las que han sido testigo, llenaríamos muchas páginas, incluso libros, ya que la antigüedad del camino que se ha transitado durante siglos ha acercado a la ermita y la venta de Iturriotz, a través del collado de Zelatun, a gran número de caminantes.
Esos mismos edificios ofrecían servicio a mulateros, viajantes, peregrinos y transeúntes y las crónicas de la época recogen que San Ignacio de Loiola pernoctó en el lugar en su viaje de París a Azpeitia en 1535. Las mujeres de la familia propietaria de la venta, que vivieron en ella de manera permanente hasta antes de fallecer, cuidaron con gran esmero ese espacio dada la devoción que procesaban al santo aptrón de Gipuzkoa y Bizkaia.Así lo recuerdan los descendientes más cercanos de las mismas.
INFORMACIÓN MIDE
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Acceso: Se debe seguir la carretera GI-4143 entre Asteasu y Aia para llegar a Iturriotz, tomar un cruce a la izquierda y circular 1,5 kms. hasta alcanzar el objetivo.
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Horario: El paseo desde la Benta de Iturriotz ronda las 2 horas. No puede faltar el pintxo y la sidra en las bordas de Zelatun, que tras el verano abren el fin de semana.
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Distancia: 7km.
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Desnivel positivo: 417m.
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Severidad del medio: 2.
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Dificultad orientación: 2.
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Dificultad del terreno: 2.
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Esfuerzo necesario: 2.
La ermita se sitúa en el barrio Iruretaegia de Aia. Barrio compuesto por el conjunto de casas arracimadas sobre la falda del Hernio-Gazume hacia Orio. Sus caseríos destacan por sus interesantes muestras de la arquitectura popular, entre las que destacan sobre manera la venta de Iturriotz y la ermita de San Juan, a pocos metros, que celebra su día grande en junio. Un riachuelo discurre al lado de la ermita que cuenta con una poza artifical en la que sus frías aguas tienen un escurridizo habitante que a duras penas se deja ver, pero observa nuestra presencia rápidamente. Según Lope de Isasti (1625), las aguas que manan bajo la ermita curaban la sarna.
El edificio de la ermita de San Juan Bautista es de planta rectangular y de una sola nave, con cubierta a dos aguas. Posee dos accesos: uno en su cara norte, estrecha y rematada por un arco ojival dovelado, posiblemente de en torno al 1500; el otro, en su cara oeste, adintelada, claramente de una época posterior. Dos ventanas de medio punto abocinadas hacia el exterior jalonan la primera de las puertas y, en la misma fachada y bajo el presbiterio, se halla un arco escarzano que hace las funciones de desagüe del manantial que da nombre al lugar.
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El alero de la cubierta se sostiene mediante tornapuntas apoyadasen las ménsulas que recorren las fachadas norte y sur. En el muro del ábside se abren dos óculos y entre ellas se halla instalada una cruz de hierro. En el interior, el altar se halla presidido por un Cristo crucificado flanqueado por las imágenes de la Virgen y de San Juan Bautista. El retablo, que se encuentra en el mismo, data de 1608 y es obra del artista azpeitiarra Juanes de Arbiça.
En el exterior, junto a esta importante ermita, llama la atención la fachada de la venta de Iturriotz. Un entramado de madera que le da un aspecto espectacular a la casa. La división de las maderas se distribuye de forma regular: 5 en la primera altura (y otra menor, más reciente), 4 en la segunda (más una quinta más pequeña) y 2 en la superior. Los tabiques que cubren los huecos de la estructura de madera son de mampostería enfoscada con mortero. Actualmente, en Iturriotz solamente encontramos una venta-caserío, aunque las crónicas históricas hablan de que a mediados del siglo XVII eran dos las casas que daban este tipo de servicio a los viajeros. La más antigua, Iturriotz 'de yuso' (el edificio que actualmente se conoce como venta) procede de la Edad Media y ya en 1514 su gestión era arrendada por parte del Concejo de Aia, su propietario. Será en 1822 cuando el Ayuntamiento la venderá, pasando ahora a manos particulares.
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Desde Iturriotz
El próximo sábado, día 18. Mendira propone la visita a Gazume, monte que forma parte del macizo de Hernio. Macizo que se considera el centro geográfico de Gipuzkoa y en él destaca la cima de Hernio (1.078 m.), que reúne a gran número de senderistas fieles que acuden cada día, pero cuenta con otras cimas que bien merecen una visita como es la protagonista de la semana, Portumatza (1.049 m.), Aizpel (1.068 m.), Ubeltz (1.016 m.) y Herniozabal (1.011 m.).
Aparcamos en Iturriotz (580 m.). Muy cerca se encuentra la ermita de San Juan. Siguiendo la flecha que nos indica el camino pedregoso que compartían los montañeros con los peregrinos que a través del camino de la Costa que se dirigían a Santiago, comenzamos el ascenso que también nos conduce a Hernio.
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Disfrutamos de las vistas que en esta ocasión, nada más superar el pinar, nos permite contemplar el mar tanto en la zona de Zarautz y las localidades aledañas como hacia Bidasoa, con una espectacular estampa de Aiako Harria, Larun y otros muchos montes, así como la costa de Iparralde. Preciosas estampas también las que comenzamos a ver hacia Tolosaldea... un espectáculo para la vista que nos hace más llevadera la subida.
Seguimos las marcas rojas y blancas, llegamos hasta los prados de Sagain (668 m.), dejando la colina homónima ligeramente a la izquierda (705 m.) y bordeando el romo contrafuerte oriental. No hay pérdida. El paso de montañeros y animales que pastan a sus anchas por la zona no deja mucho lugar a dudas del camino. También se encuentran varios postes indicativos.
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Uno de ellos junto al camino nos hace abandonar la pista de tierra que se dirige a Zelatun para tomar el camino ascendente que nos llevará a Gazume. Tras superar una zona rocosa, pronto contemplamos unas zonas de pastos delimitadas por las llamativas paredes de piedras grisáceas, incluso blanquecinas al reflejo del sol, que gracias a nuestra imaginación nos sitúan en el escenario de cualquier película nórdica. Una borda nos indica que nos hallamos en la mitad de la pendiente que debemos superar para llegar a la cima de Gazume.
Desde la cumbre podemos descubrir una línea de piedras que conforman unos muros que se mantienen en pie en muchas zonas. Increíble el trabajo realizado por los lugareños por delimitar las zonas de pastos de ovejas y cabras. Siguiendo estos muros podemos descender hasta volver a divisar el camino que nos ha acercado hasta Zelatun y desde allí, tras un pintxo, regresamos a Iturriotz.
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