A esto sí se le llama solidaridad
El alpinista vizcaíno Alex Txikon ha contribuido a traer desde Pakistán a un porteador con severas congelaciones en las manos de las que ya ha sido operado
La falta de solidaridad en montaña fue el tema de hace unas semanas en esta columna. Algunos ¿alpinistas? primaron subir a la cumbre en lugar ... de ayudar a un porteador paquistaní en el K-2. Finalmente murió.
Pero por suerte hay otra clase de montañeros que sí entienden lo que entraña la palabra solidaridady no solo eso, sino que la practican. Es el caso de Alex Txikon, de quien ya conocemos diferentes muestras de solidaridad en distintos ámbitos y, por supuesto en la montaña. Una de sus más recientes movilizaciones fue cuando se inició la guerra de Ucrania e inmediatamente se puso en marcha para fletar varios autobuses y traer refugiados de guerra.
Ahora mismo está inmerso en el cuidado del joven porteador paquistaní Ghulam Murtaza Sadpara, sobrino del mítico Alí Sadpara, que murió en el K-2, alpinista muy amigo de Alex Txikon, preocupándose éste de gestionar que viniera al País Vasco para ser operado de unas severas congelaciones. Finalmente le intervinieron en Madrid la pasada semana amputándole varias falanges de los dedos de las dos manos de las que se va recuperando. «La operación fue todo un éxito», señalaba con tranquilidad Alex.
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A mediados de julio pasado Ghulam hacía su trabajo porteando para dos mexicanos en el Broad Peak. Ellos alcanzaron la cumbre y Murtaza fue auxiliado por un austríaco. «Lo vi a ocho mil metros escupiendo sangre, incapaz de hablar... Decidí abortar mi intento y empecé a bajarlo». Con la ayuda de un alpinista americano que le medicó, suministrándole oxígeno artificial, lograron descenderle con vida. Ambos demostraron esa solidaridad tan necesaria en momentos trágicos. «Ojalá todos escogiesen salvar una vida en vez de alcanzar una cima», dijo.
El hijo de Alí Sadpara, primo de Murtaza, pidió ayuda, entre otros a Alex Txikon, con el que le une una gran amistad derivada de la relación entre su padre Alí y Alex. El alpinista vizcaíno no lo dudó ni un momento y se puso manos a la obra organizando el traslado hasta Cruces costeando los gastos con la ayuda económica también de Mohamed Ishaq, un paquistaní residente en Lemoa, y Eneko Garamendi, ambos amigos de Alex. «Pusimos 5.000 euros con los que pagamos el visado, el viaje, el mes de estancia en Islamabad del herido y de otra persona que le cuidaba. Y ayer pagamos casi 3.000 euros de la factura de Cruces», señala Txikon. Por otra parte no se hablaba de abandono por parte de los mexicanos a su porteador, pero sí que les debió de entrar algún sentido de responsabilidad, por lo que aportaron 3.500 euros para ayudar en la intervención de su porteador. Se ha creado una cuenta bancaria a nombre de Ghulam Murtaza (ES18 2100 4979 8507 0000 0711) y un crowdfunding, y además ha comenzado a dar conferencias con el fin de recaudar fondos para mantener a su mujer y tres hijos con idea de afincarse en Bizkaia y montar una tienda de la que poder vivir, como lo hizo su compatriota Ishaq, que regenta en la actualidad un bar, labrándose un futuro alentador que le permita vivir dignamente, alejado de la peligrosa actividad de porteador en las montañas del Karakorum.
Todavía hay quien siente dentro lo que es el compañerismo con alma montañera de verdad, impregnada de fuertes dosis de sensibilidad como la que una vez más ha demostrado Alex Txikon. A esto sí se le llama solidaridad.
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