Iker y Eneko Pou se encumbran

También se ha propuesto igualmente para optar al mismo galardón al guipuzcoano Aritza Monasterio por la apertura de 'Fango Fiesta', igualmente en los Andes, y al vizcaíno Tasio Martín por la vía 'Txoria Txori' en India.

No contentos Eneko e Iker con las seis rutas abiertas este verano en el Karakorum pakistaní, los hermanos alaveses se fueron a Perú, a la Cordillera Blanca, a realizar un proyecto al que le habían echado el ojo el pasado año. Y así 'justifican' los Pou su improvisada expedición a Perú tras regresar de Pakistán. «Cuando a través del TeamNorth Face salió la expedición a las Torres del Trango estábamos felices, pero también preocupados por no poder volver a la Cordillera Blanca, y que alguien se nos adelantara en un proyecto muy importante para nuestra carrera, que intentamos el año pasado y que por culpa de las condiciones no pudimos resolver satisfactoriamente». Así pues, para salvar esa preocupación de que alguien les quitara el proyecto, fueron a intentarlo. Y lo hicieron con el mismo escalador del pasado año, el peruano Micher Quito, de quien los Pou dicen que es «el compañero ideal, tranquilo, frío, fuerte, experimentado, humilde…»

El proyecto que el año anterior les llamó la atención fue la cara noroeste del Ranrapalca. En dos duras jornadas lograron la primera ascensión abriendo la nueva ruta 'Ya Pe' Cholo' (6b/80º/1.200 m.).

Ha sido una escalada, como ellos mismos han definido, «dura, expuesta y muy larga», donde los Pou y Micher Quito lo dieron todo para conseguirlo, pero les ha costado un buen susto, afortunadamente con final feliz. Fue en el último rápel en la pared donde rozaron la tragedia tal y como relata Iker. «Un bloque de piedra enorme impactó sobre la cabeza de Eneko cuando rapelaba. En un primer momento me temí lo peor... Se quedó colgando de la cuerda. Fue un momento muy difícil para todos hasta que por fin dio señales de vida. A las 2:00 am., después de atravesar un laberinto de grietas impresionantes, logramos descender hasta el refugio vivac».

Fue el incidente más grave en una ascensión que los Pou, por otra parte, califican de brillante y una de las más significativas de su larga y extensa carrera. «Estamos contentos y orgullosos de seguir dejando nuestra impronta alrededor del planeta, sobre todo en un momento en que las nuevas generaciones se limitan únicamente a repetir vías solo valorando los números. Poder imaginar, idear y crear nuevos itinerarios vanguardistas nos permite ir más allá en la evolución del alpinismo e intentar dejar un buen legado».

Efectivamente, si hablamos de cumbres, de ascensiones, de montañas y de los Pou subiendo a esas cimas, está claro. Eneko e Iker, Iker y Eneko, se encumbran.