Mendira
Factoría de escaladoresEn el polígono 27 de Donostia se encuentra el rocódromo The Factory Boulder, por donde pasan cientos de personas que practican a diario la escalada deportiva
A María Epelde, Oihan Ayensa, Igor Lertxundi y su hermano Unai, apasionados de la escalada, un buen día se les ocurrió unir esa pasión. Con ... su saber hacer, una particular visión de futuro y una fuerte dosis de emprendimiento les llevó, primero a creer, luego crear y posteriormente fundar un proyecto surgido como un nexo de unión por el expreso deseo, como dicen ellos mismos, «de que la escalada sea también una forma de conocer gente, hacer amigos y compartir experiencias». ¡Casi nada!, y así nació The Factory Boulder. Exhibiendo y teniendo por bandera su principio fundamental: «La escalada como forma de vida».
En marzo de este año cumplieron un lustro. Desde 2018, en que se instalaron en el Polígono 27 de Martutene, han realizado dos ampliaciones. La primera al poco de llevar un año, y en octubre de 2021 hicieron la segunda y, de momento, definitiva ampliación ubicándose en el lugar que están ahora en Ursalto Kalea, 4, contando en la actualidad con 1.500 m2 de muros escalables.
Entre las instalaciones se encuentra, además de las zonas de bloque y otra de vías con autoaseguradores, la 'joya de la corona', que es la denominada Kilter Board, un panel de escalada interactivo en el que uno mismo elige la dificultad, se le iluminan las presas por donde tiene que pasar el escalador, se puede inclinar entre 0 y 70º controlando todo ello en una tablet. «Se puede hacer vías que han propuesto otros o tú mismo, puedes proponer rutas sabiendo que todo el mundo tiene acceso a ellas a través de una aplicación específica. Esto está en todo el mundo. Concretamente en ese panel puede haber unas 50.000 rutas», señala Unai Lertxundi.
Ahora, en septiembre, comienza la temporada de cursillos, un buen momento y una buena excusa para iniciarse en la escalada o perfeccionarse ampliando los conocimientos de la misma. La oferta que tienen en The Factory Boulder es muy amplia y siempre adaptándose a las necesidades de cada uno. Hay cursillos que van desde el bautismo/iniciación de escalada hasta entrenamiento avanzado, pasando por cursos específicos para niños e incluso cursillos de escalada en exteriores: «En los cursillos o a nivel individual se hacen muchos lazos y vínculos entre la gente para ayudarse y echarse un cable. No hay rivalidad. Se ayudan mucho entre los usuarios».
Si bien la mayoría de la gente que acude al rocódromo oscila entre los 20 y 50 años, no hay absolutamente límite de edad.«Es una cuestión de actitud», señala Unai. El abanico de edad se abre desde los niños de poco más de tres años hasta adultos muy veteranos, y por sexos, según nos cuenta Unai, se podría decir que está casi igualada la presencia diaria de chicas y chicos. Todos los que van a practicar la escalada lo hacen con motivación y si se está en buena forma física, mejor, aunque no es imprescindible.
Siempre insistimos en la seguridad en la montaña, en la formación e información. El rocódromo sin duda ofrece la oportunidad de formarse y la roca natural no le hace la competencia al rocódromo, todo lo contrario, porque es un lugar de entrenamiento y aprendizaje y cuando se va a escalar en roca se pone en práctica todo lo que se ha aprendido y mejora el nivel del escalador. Sin duda, The Factory Boulder es una gran factoría de escaladores.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión