«De noche nos hemos refugiado en el bosque durante los bombardeos»
Un lasartearra y su familia resisten en Nueva Odessa ·
Iñaki Rodríguez y su familia resisten en Nueva Odessa, donde temen perder los alimentos que les quedan congelados «porque la luz cada vez se va más tiempo»
«Estamos vivos, entonces, estamos bien». Rosa, Karmele y Antonio Rodríguez Jauregi han respirado esta mañana, otro día más, aliviados al recibir el mensaje de su hermano Iñaki. Con unas comunicaciones cada vez más difíciles, en Lasarte-Oria aguardan noticias desde Ucrania, donde Iñaki, su mujer Ana, y sus cinco hijos, de entre 18 y 5 años, llevan una semana sobreviviendo en medio de la guerra.
Residen desde hace una década en Nueva Odessa, municipio situado al sur del país y en medio de una vía estratégica con la que el Kremlin persigue controlar todos los accesos a través del mar Negro. Situada a 110 kilómetros de Jersón y a 174 de Odessa, la localidad se ubica a apenas 40 kilómetros de Nikolaev, donde se han registrado combates recientes.
«Nos han dicho que esta noche puede ser algo más tranquila porque los convoyes rusos se han desplazado hacia la central nuclear», escribe Iñaki, de 56 años. La central del sur de Ucrania, que tiene 3 reactores, se encuentran a 77 kilómetros al norte de casa del guipuzcoano. Las últimas noches han sido «infernales».
De hecho, el semisótano de la vivienda que hacía las veces de búnker no es suficientemente seguro y les han recomendado cobijarse en el bosque durante los bombardeos. La primera noche no lograron salir, pero anoche sí. «El bombardeo era bastante intenso y estuvimos tres horas en el bosque, debajo de unas lonas, hasta que ha cesado», relata por correo electrónico. «Estábamos bastante gente del pueblo, donde hay varias casas afectadas. Parte del colegio también ha caído», escribe por mail.
El guipuzcono hace varias veces referencia al frío que están padeciendo. «Hace muchísimo. Para este noche se esperan 10 grados bajo cero», cuenta. Y la luz y el gas cada vez escasean más. «Desde ayer a las cinco de la tarde hemos estado hasta este lunes al mediodía sin luz ni gas, ni intenert. Sin comunicación alguna», relata.
Según las informaciones que reciben, en Nueva Odessa, donde la resistencia ucraniana ha montado una base en un antiguo molino del municipio, «hay seis militares muertos y bastantes heridos por lo que cuentan».
El guipuzcoano es diabético y hace días que no toma la medicación que tiene prescrita. «La Policía militar nos llama preguntando si nos han traído las medicinas pero todavía no han llegado», cuenta. Los alimentos cada vez escasean más. «Y con estos apagones el temor es que se nos pudra lo que tenemos en el congelador».
Los niños pasan el día «jugueteando entre ellos», excepto cuando se oyen disparos. «Tenemos sueño, estamos cansados».
