Un verano con sabor a mantequilla

El verano y el buen tiempo nos permiten jugar con distintas tonalidades sin miedo a fracasar o morir en el intento estilístico. Esta temporada los tonos suaves y nostálgicos son los protagonistas de los looks, con claros guiños a las corrientes más 'boho' y serenas de los años sesenta y setenta, creando ambientes y estilos que transmiten equilibrio, calma, delicadeza y conexión con elementos y sensaciones de la propia estación.

¿Preparada para lucir y disfrutar de las largas jornadas veraniegas con los tonos estrella de este 2025? Toma nota de esta paleta imprescindible.

Amarillo mantequilla. Este color evoca elegancia discreta y sofisticada, resultando muy común su presencia en opciones minimalistas y 'vintage'. Casa a la perfección con tonalidades como el gris, aportando un contraste equilibrado y atemporal que enriquece cualquier conjunto sin robar protagonismo al color matriz. El blanco roto, el azul en todas sus variantes y el verde menta también maridan con este tono empolvado.

Además, apuesta por 'total looks' con aires lenceros y opta por lucirlo en vestidos de flores asimétricos y vaporosos que juegan con distintas gamas del amarillo.

Rosa pastel. Un año más, continúa siendo tendencia este tono que tanto se lleva en el estilo 'balletcore', transmitiendo feminidad, delicadeza y sensualidad. Combínalo con metalizados sutiles, con blancos o con el gris perla más delicado. También puedes optar por complementarlo con un verde oliva claro para obtener un resultado más bohemio. Por último, el negro o el 'navy' también encajan aunque le resten dulzura y le aporten dureza y autoridad.

Verde pistacho. Ha dejado de ser un tono complementario o secundario. Es un color fresco, enérgico y juvenil, ideal para quienes buscan innovar en su estilo saliendo de la rutina. Aporta un toque diferente dando vitalidad a las opciones más sutiles. Destaca con elegancia, sin olvidar que menos es más y que estamos en una era mucho más continuista, sostenible y 'chic'.

Rojo piruleta. Es mucho más que un simple color vibrante. Se trata de una mezcla entre el rojo clásico y el burdeos. Un color intenso, profundo, sofisticado, sexy y jugoso. ¿A quién no le gusta impactar? Es perfecto para cualquier ocasión, ya que puedes combinarlo entre semana aportando color y contraste a unos 'jeans', o, en una línea más nocturna, en un vestido fluido 'midi' con zapatos 'nude' y labios jugosos. Porque recuerda: impactante sí, pero delicada también sin caer en excesos.

Azul lavanda. Es un color onírico que nos transporta a estados de calma, romanticismo y nostalgia. Se sitúa en la familia de los tonos fríos, ideal para los looks veraniegos. ¿Cómo combinarlo? Muy sencillo. Atrévete a maridarlo con un amarillo pastel creando un contraste suave, con un blanco nieve buscando limpieza y pureza, o con un rosa pastel construyendo una combinación romántica y dulce. Asimismo, aviva el 'outfit' con un bolso llamativo o con un calzado estampado a contraste.

Y además... No aparques colores como el naranja, evocando la energía y la felicidad del verano; el verde menta, refrescante y delicado como pocos añadiendo un toque 'retro' y elegante; el lila pastel, dulce y versátil, fácil de adaptarlo a diferentes estilos; y el denominado verde 'Bottega', ideal para aportar frescura y luminosidad.