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Una Semana de la Alta Costura de nota

París se ha vuelto a convertir en el epicentro de la moda mundial con su 'Haute Couture' de enero. Una cita que ha reunido a algunas de las firmas de lujo más prestigiosas

Laura Chamorro

San Sebastián

Sábado, 27 de enero 2024, 07:40

Lazos, flores 3D, perlas y faldas que nos recuerdan al 'New Look', una de las siluetas más icónicas de la historia de la moda creada ... por Christian Dior y basada en las faldas amplias y poderosas, los cuerpos ceñidos y las cinturas de avispa, han invadido la Semana de la Alta Costura de París. Como si de una oda a la feminidad, al clasicismo y a la sensualidad se tratara, la gran mayoría de las casas han dado carpetazo a una etapa en la que el gusto por el 'glamour' y el lujo se había puesto en entredicho por el contexto socioeconómico vivido en los últimos años. La 'Haute Couture', como suele suceder habitualmente, ha mandado su propio mensaje al exterior, adaptado a los nuevos tiempos, sí, pero sin renunciar a los valores de la propia moda.

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No en vano, la directora creativa actual de la 'maison' francesa, Maria Grazia Chiuri, ha vuelto a los orígenes siendo la primera -con permiso del maestro Daniel Roseberry de Schiaparelli- en apostar por los drapeados, las piezas joya, las gasas y la organza, en una puesta en escena en la que han convivido el clasicismo de antaño con el vanguardismo más conceptual. Y todo sin complejo alguno.

Sin obviar la delicadeza de Virginie Viard, que tras varias temporadas buscando su propio rumbo, ha presentado su propuesta más delicada y femenina, regresando a los inicios de Chanel, combinando el 'tweed', los botones dorados, las medias y los lazos con las transparencias más contemporaneas. Sublime.

La feminidad y el clasicismo han vuelto a las pasarelas recuperando el 'glamour' de antaño

Y como no hay dos sin tres, y a pesar de la treintena de firmas participantes en el olimpo de la moda, Valentino ha demostrado por qué va un pasito por delante desde hace algunas temporadas. Con una clase magistral de costura y sofisticación ha acaparado todas las miradas. Si hasta ahora las corbatas, los 'jeans', los guantes o el fucsia se habían convertido en abanderados de la firma italiana, en esta ocasión Pierpaolo Piccioli ha decidido encumbrar a la falda, al pantalón y a la 'bomber' en todas sus variantes, sin renunciar a los volantes, a las plumas, a las sedas, a las gasas, a los plisados, a las capas y las aberturas infinitas, consiguiendo el equilibrio perfecto entre la noche y el día, entre lo funcional y lo aspiracional. Destacando también la apuesta por toda la paleta de colores, en contraposición a una Semana de la Alta Costura marcada, en líneas generales, por los tonos pastel.

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Y hablando de colores, cabe señalar que las firmas de lujo han optado por el azul bebé como una de sus tonalidades estrella. Dentro de las pasarelas, pero sobre todo entre sus invitadas. Y si no que se lo digan a Fendi. El gris perla ha tenido su cuota de protagonismo combinándolo con malvas y beiges. El rojo también lo hemos visto en todo su esplendor maridado con marrones y burdeos. El rosa palo, el amarillo y el verde menta han sido vistos en muchos looks, sin aparcar el naranja combinado con 'nude'.

Más allá de la materia prima y las técnicas artesanales empleadas, estos cuatro días se han convertido en un sueño que inspira a millones de mujeres con piezas confeccionadas para unas pocas privilegiadas. Diseños que se miran y que raramente se tocan, salvo que seas Zendaya, Jennifer López o alguna componente del clan Kardashian. Porque no nos engañemos: así está el mundo y así está la siempre venerada Semana de la Alta Costura de París.

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