Gipuzkoa vestirá el frío invierno de Lesbos

Las bolsas llenas de bufandas, chamarras, ropa de abrigo para bebés o botas de monte son clasificadas a buen ritmo en el almacén que Zaporeak tiene en el polígono 27 entre Astigarraga y Donostia. Los miembros de esta entidad se encuentran tan satisfechos como desbordados por la acogida que ha tenido la campaña de 'Viste el invierno' en el que han comprobado la solidaridad hacia esos refugiados que se encuentran en Grecia y a los que el frío amenaza cada día.

«La cantidad de ropa recogida el fin de semana ha sido espectacular, estuvimos desbordados desde la primera media hora del sábado. Y ahora hay que clasificarlo todo en ropa de mujer, de hombre, de niño, de bebé, zapatos, complementos... Con un poco de suerte y si sigue la colaboración de los voluntarios que han venido a ordenar toda esta ropa, podremos tener todo listo en diez días».

'Zazpi' García Amiano de Zaporeak estaba ayer junto a Pedro y otros miembros de esta organización en el almacén con lo recogido en Donostia. Porque aunque la campaña se desarrolló en Euskadi y Navarra y fue un éxito desbordante en todas partes, lo que ocurrió en San Sebastián no se lo esperaba nadie. Ni por la cantidad ni por la calidad. Ropa recién comprada, cazadoras de cuero, atuendos montañeros de marca, gorros de vestir...

«Se ha demostrado que la gente no se ha limitado a vaciar el armario, sino que ha mostrado su solidaridad y su apuesta a favor de que la gente viva con dignidad». Desde Zarautz llegaban ayer mismo 80 cajas ya clasificadas y ordenadas, de Eibar 56, de Oñati 60. La gente del club Txuri Urdin se ofreció como punto de recogida y ayer aparecieron nuevas furgonetas, ocho en total. Eso sí, con un pequeño problema: el móvil de una voluntaria cayó entre la montaña de bolsas de ropa que se encuentran en lo que es la oficina del suelo al techo. ¿Alguien se atreve a entrar en el espacio para encontrarlo? De momento, habrá que esperar a que se clasifiquen pantalones, ropa interior nueva, chaquetones y hasta algún abrigo de piel que servirán para calentar a todos los refugiados que han huido a través del Mediterráneo y que hoy viven la primera ola de frío en las zonas griegas de Lesbos y Chíos.

Cuando Zaporeak organizó esta recogida pensó en que podría conseguir llenar dos o tres tráileres de ropa de invierno. Con sus propios recursos podrían pagar el traslado, ya que aunque Agitrans sigue llevando los alimentos de forma gratuita en sus camiones, con la ropa se comprometió a 'hacer precio'.

Pero claro, la solidaridad a veces se empeña en saltarse cualquier pronóstico. Hoy a primer hora de la mañana saldrá del polígono 27 el primer trailer con esas cajas de ropa ya clasificada. Otro saldrá de Pamplona. Y quedarán, más o menos, otros ocho llenos de ropa. Cada uno contiene 33 palés de dos metros, lo que supone de 15.000 a 20.000 kilos de ropa por cada trailer y cuesta 5.100 euros que llegue hasta Lesbos, al gigantesco almacén ahora casi vacío y que necesita disponer de los al menos 200.000 kilos de ropa que servirá a tantos refugiados ahora que comienza el frío.

Para eso hace falta dinero, no solo de las aportaciones de la ciudadanía que se ha mostrado más que generosa y más que solidaria, sino también de las instituciones, de lo que en Zaporeak llaman 'los grandes'. La cuenta abierta está en Laboral Kutxa y es la ES18 3035 0103 84 1030037127.

No solo el coste económico ha desbordado a esta entidad. La clasificación de la ropa exige también gente dispuesta a ordenar en las cajas, cedidas por el Banco de Alimentos. En ellas se agrupan los zapatos, los complementos, mujer arriba o mujer abajo, hombre arriba u hombre abajo. Un grupo dobla la ropa, otro lo mete en cajas y varios más cargan la grúa para llevar todo a los palés. A las 12 ha habido hamaiketako, pero más allá del pequeño descanso y aunque haya relevos, el trabajo no para.

Tres adolescentes extranjeros del centro de menores de Uba procedentes de Marruecos, se muestran especialmente activos en la colocación de las cajas. O.A., con su melenita de rizos y sus ojos enormes llegó a San Sebastián en un camión. Lleva una bufanda de la Real Sociedad atada al brazo. «Estoy contento porque estamos haciendo algo que ayuda a la gente que lo necesita. Yo también estoy en esta ciudad acogido».

«Algo saben de esto», comenta 'Zazpi' García Amiano, encantado con la colaboración de estos chavales «que además son unos máquinas». Ana, otra voluntaria, quiere precisar que ella también sabe de refugiados, «porque mi padre fue uno de ellos y salió en barco durante la Guerra Civil». «Todos hemos sido refugiados», recuerda. Lourdes y Virginia se esmeran en darse prisa, «porque hay que llegar a tiempo».

La primera, cuando llegó a la Bretxa, punto de recogida del sábado, se dio cuenta enseguida que se iban a necesitar manos para clasificar tanta ropa. Virginia no dudó tampoco en acudir al almacén del polígono 27 para doblar.

Los chicos de Uba volverán hoy y también se cuenta con la participación de algunos colegios para que ayuden. Se van a establecer turnos porque no se quiere que los voluntarios se agrupen en unas horas determinadas y haya demasiada gente en el local. En el número 637 89 17 69 Jaione atenderá a aquellos que quieran ir a llenar las enormes cajas de botas o bufandas.

«Lo nuestro sigue siendo la alimentación, la cocina en Lesbos, pero vimos que había un gran problema con la ropa y decidimos entrar. Y nos hemos encontrado con esta respuesta tan increíble de la gente».