El caso de una violación frustrada por la Ertzaintza en Errenteria llega a juicio

La agresión tuvo lugar el 27 de noviembre de 2022, domingo, sobre las 07.00 de la mañana. Una mujer paseaba tranquilamente por una calle de Errenteria de camino a su domicilio, cuando un hombre comenzó a seguirla por la calle. En un momento dado, y sin el consentimiento de ella, la empujó contra un coche «y empezó a manosear todo su cuerpo», según recogen los hechos del escrito de acusación de la Fiscalía.

En ese momento la mujer consiguió zafarse, pero el acusado no cesó en su conducta, por lo que la volvió a alcanzar, la agarró «fuertemente» y la empujó «contra una zona de arbustos».

El varón «se bajó los pantalones» y obligó a la víctima a «tocarle sus genitales, cogiéndole las manos». Del mismo modo, le quitó la ropa y comenzó a «manosearle y besarle, además de tocar su zona genital, al tiempo que se frotaba contra ella. Una llamada alertó a la Ertzaintza de una posible agresión sexual a una mujer en la vía pública, por lo que varias patrullas se trasladaron al lugar. Cuando estaba tratando de penetrarla, fue sorprendido por agentes de la Ertzaintza, que evitaron que se consumara la violación. El varón, de 35 años, fue detenido y trasladado a dependencias policiales. Tras pasar a disposición judicial, se decretó su ingreso en prisión. Esta agresión sexual cometida en plena calle provocó movilizaciones en Errenteria, donde los vecinos se manifestaron para condenar los hechos.

Estos hechos son constitutivos para la Fiscalía de un delito de agresión sexual en grado de tentativa, en base a la nueva legislación de la LO 10/2022, del 'solo sí es sí', por el que solicita una pena de 3 años y 11 meses, si bien al tratarse de un varón extranjero en situación irregular, pide que en caso de ser condenado la condena sea sustituida íntegramente por la expulsión del territorio nacional, al que no podría regresar en 8 años.

Otro presunto caso de agresión sexual, esta vez cometido sobre una menor de edad, se juzgará también este mes en la Audiencia de Gipuzkoa. Estos hechos también ocurrieron en 2022, en la localidad de Orio. La madrugada del 23 de enero el acusado, según sostiene la Fiscalía, conoció a una menor de 13 años, a la que invitó a dormir a su domicilio. Esta accedió, dado que «no disponía de otro lugar donde pasar la noche».

Una vez en la vivienda del procesado, este la llevó hasta su dormitorio y se tumbaron en la cama. A pesar de que el hombre era «plenamente consciente» de la edad de la menor, con intención de «satisfacer sus más reprobables instintos sexuales» comenzó a realizarle tocamientos, «pese a la negativa expresamente manifestada» por la menor en «varias ocasiones». Seguidamente, le quitó la ropa para «masturbarla y penetrarla en tres ocasiones» en un lapso de dos horas, «sin emplear preservativo».

La menor presentó una «sintomatología leve de ansiedad durante un mes».

La Fiscalía pide que se le impongan 10 años de prisión por un delito de agresión sexual con penetración a menor de 16 años y que se le imponga una orden de alejamiento sobre la víctima. No obstante, y al tratarse en este caso de un varón extranjero, el Ministerio Público reclama que cuando se hayan cumplido dos terceras partes de la pena se le expulse del territorio nacional. Por otro lado, solicita que indemnice a la menor con 6.000 euros por los daños morales provocados.