Un túnel 'maldito' con unas obras de adaptación al TAV que duran ya siete años
Los trabajos para ampliar el gálibo de Gaintxurizketa comenzaron en 2017, pero se paralizaron durante cuatro años por la quiebra de la constructora
La adaptación del túnel de Gaintxurizketa para acoger el 'tercer hilo' ferroviario que permitirá la circulación del tren de alta velocidad (TAV) entre Donostia e Irun ha vivido tantos sobresaltos en los últimos siete años que va camino de convertirse en una obra 'maldita'. Adif anunció el pasado marzo que al fin había concluido la excavación del túnel que se inició en 2017, aunque apuntó que el traslado a Loiola de la tuneladora TES (Tunneling Enlargement System), que ha permitido que gran parte de los trabajos de ampliación se lleven a cabo sin cortar el tráfico ferroviario, aún se prolongaría hasta final de año porque debe hacerse por partes. Sin embargo, aquella buena noticia se truncó este lunes con la aparición de grietas tanto en la entrada del túnel en el lado de Irun como en su interior.
La obra del túnel de Gaintxurizketa, de 557 metros de longitud, se inició en septiembre de 2017. Apenas seis meses después, en marzo de 2018, sufrió un serio contratiempo por la quiebra de la empresa adjudicataria, que terminó provocando un parón de cuatro años en los trabajos, que hubo que licitar de nuevo. En octubre de 2021, Adif volivió a adjudicar la obra y, en febrero de 2022, se retomaron los trabajos. Dos años después, el pasado marzo, Adif anunció que la tuneladora TES había concluido la excavación para ampliar el gálibo del túnel, aunque el traslado de la tuneladora por partes hasta el túnel de Loiola aún iba a requerir de varios meses. Las grietas aparecidas en los últimos días han devuelto la incertidumbre a Gaintxurizketa.