El calor extremo regresa a Gipuzkoa y el Gobierno Vasco declara la fase de alerta del Plan de Protección Civil (LABI)

Por de pronto, el Gobierno Vasco ha declarado la fase de alerta del Plan de Protección Civil de Euskadi (LABI) por altas temperaturas desde este martes y durante las próximas jornadas, respondiendo así a los pronósticos de Euskalmet. El Ejecutivo de Urkullu utilizó por última vez este protocolo de seguridad durante la pandemia del coronavirus.

La fase de alerta implica, entre otras acciones, el seguimiento permanente de la situación y responde a escenarios en los que existen previsiones de posibles emergencias no manifestadas, pero que, dadas las circunstancias, y en caso de una evolución desfavorable, es posible su desencadenamiento.

Además del seguimiento permanente de la situación, la fase de alerta del Plan de Protección Civil de Euskadi (LABI) implica: la comunicación de la información que pueda ser relevante, tanto a los servicios actuantes como a la población; movimientos de acercamiento o de resituación de efectivos, y la comprobación de los procedimientos, medios y recursos susceptibles de ser necesarios en la fase de emergencia, particularmente en aquellos escenarios poco frecuentes.

Por último, el Gobierno Vasco recomienda seguir las actualizaciones de los pronósticos a través de la página web de Euskalmet (www.euskalmet.euskadi.eus), de su cuenta Twitter (@Euskalmet) o bien dándose de alta en el servicio «Avisos a la Carta». En caso de emergencia llame al 112.

La previsión es que el jueves haga el mismo calor o más. De momento la alerta es naranja, aunque a medida que avancen las horas podría elevarse ese aviso. Además, las mínimas no bajarán de los 20º ni en costa ni en el interior, por lo que se esperan noches tropicales. El viernes bajarán las temperaturas pero seguirá el bochorno, y no será hasta el sábado cuando volverá el 'fresquito' propio del Cantábrico, acompañado de precipitaciones.

La culpable de estas jornadas sofocantes que están afectando a toda la península ibérica es la «baja térmica» que se genera en la meseta, «baja la presión y suele afectar al interior, pero se va a extender al norte», explica Miguel Ángel Manjón, responsable de climatología de Aemet Euskadi. Y va a traer dos días de intenso calor que han activado la alerta naranja por temperaturas altas este miércoles, aunque todo apunta que se ampliará también al jueves. «Estos avisos se actualizan continuamente y es importante estar pendiente», explica el meteorólogo, que pide precaución y prevención ante el calor intenso.

En algunos puntos de interior «se superarán los 40º puntualmente», y la insolación será «fuerte». «Al no haber viento en la península, y tampoco en Euskadi, la onda expansiva de la baja térmica nos va a afectar», dejando un «bochornazo» del que «no hay escapatoria» en todo el territorio. Porque a diferencia de lo que suele ser habitual, ese intenso calor también llegará a la costa, precisamente por la falta de viento.

Este martes será un día de bochorno, con nubes durante la mañana que darán paso a cielos despejados por la tarde. Las máximas se quedarán en los 26º en el litoral y los 30º en el interior. Las mínimas, estarán en 20º. Al no haber movimiento de viento, el calor se irá acumulando y este miércoles y pasado llegará lo peor. «La bolsa de aire cálido que está a la altura de La Rioja, Burgos y el sur de Navarra nos llegará», explica Miguel Ángel Manjón. El ambiente será «soleado, aunque debido al calor habrá nubosidad de evolución».

La «buena noticia» es que este episodio solo durará dos días, ya que el viernes el tiempo empezará a cambiar. Aún será un día de calor, «con un clima de agosto», pero conforme avance el día empezará a entrar el «famoso anticiclón de las Azores», explica el meteorólogo de Aemet, «con viento fresquito de noroeste», que bajará las temperaturas hasta los 26º en la costa de máxima y los 28º en el interior. «No se descartan tormentas, aunque aún no está muy claro, ni tampoco galernas, un fenómeno muy difícil de predecir», asegura Manjón. Pero el sábado el anticiclón entrará de lleno, trayendo «fresquito y clima típico del Cantábrico» que se mantendrá también el domingo. Las máximas bajarán hasta los 23º en localidades costeras y 20º en el interior del territorio, y la probabilidad de lluvia es alta durante todo el fin de semana.