Servicios sanitarios delante de las viviendas de Donostia en las que nueve personas resultaron intoxicadas. michelena
Accidentes en instalaciones de gas

Los nueve intoxicados en dos chalés de Donostia en 2019, el antecedente más grave

La llegada de la empleada del hogar permitió salvar la vida a los intoxicados, cinco de ellos graves

a.u.

Miércoles, 30 de marzo 2022, 10:54

Aunque no son muy frecuentes ni tan trágicos como el de Zaldibia, cada año se suelen registrar varios accidentes en instalaciones en gas. Fugas, rejillas tapadas, una mala combustión, el taponamiento de las chimeneas y otro tipo de fallos pueden derivar en incidentes que, en algunos casos, resultan muy peligrosos.

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Como el que sucedió en diciembre de 2019 en Donostia. Nueve personas, todas ellas vecinas de las viviendas 134 y 136 del Paseo de Oriamendi, en Miramon, resultaron intoxicadas tras inhalar monóxido de carbono a causa de la mala combustión de una caldera. Siete de los afectados tuvieron que ser trasladados al Hospital Universitario Donostia y cinco de ellos resultaron heridos de gravedad, con síntomas graves de mareos, dolor de cabeza y vómitos.

La trabajadora de la limpieza logró salvar la vida de todos ellos al dar la voz de alarma. Cuando llegó a casa hacia las 10.30 horas de la mañana, se encontró a sus propietarios, un matrimonio y sus dos hijos, «mareados, desorientados y vomitando, pero conscientes». Gracias a que dio aviso a SOS Deiak evitó la tragedia. «De buena se han librado. Si no es por ella que entró en casa en ese momento... Les salvó la vida», aseguró entonces el responsable de los servicios de bomberos.

En la última década, Gipuzkoa ha notificado una veintena de de accidentes en instalaciones de gas vascas. En marzo de 2019 cuatro personas resultaron heridas leves por intoxicación por CO, y en 2017 en Donostia también se notificaron dos heridos leves en sendos accdientes. Cinco personas resultaron afectadas por intoxicacion por monóximo de carbono en marzo de 2016 en Errenteria, y otras tres en enero del mismo año, por las mismas causas, en Bergara.

Recomendaciones

  • Olor a gas. En caso de olor a gas, abra rápidamente las ventanas para ventilar la estancia, cierre la llave de entrada de gas , no accione interruptores y evite encender aparatos eléctricos. Contacte con su distribuidor de gas o con una empresa instaladora de gas.

  • Caldera estancas. Las calderas estancas aportan más seguridad al estar el circuito de gas de combustión y la toma de aire en contacto con el exterior. No obstante, para evitar molestias a los vecinos, solo se podrán sacar los humos a la fachada o patio cuando no exista chimenea o esta no funcione bien.

  • Extractores: Las campanas extractoras pueden provocar un mal funcionamiento de las calderas o calentadores atmosféricos. Si están ambos en la cocina debe existir un conmutador que impida que funcionen a la vez.

  • Rejillas: Mantenga las rejillas de ventilación libres de obstáculos ya que los aparatos necesitan aire exterior para funcionar adecuadamente y además se facilita la evacuación del gas en caso de fuga.

  • Vacaciones: En ausencias largas, cierre la llave de paso del gas.

Una caldera atmosférica que no estaba en buen estado provocó cuatro heridos leves en Irun en junio de 2015, y en octubre de ese año dos donostiarras sufrieron heridas leves por la mala combustión en un calentador. Un año antes, un conducto de humos mal conectado intoxicó, de forma leve, a 3 personas en Irun.

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Aunque en este caso la tragedia no tuvo nada que ver con la instalación de gas, el 2020 empezó de la forma más trágica posible en Arrasate. Aquel fatal 1 de enero, los cuerpos de dos veinteañeros fueron fueron hallados en el interior de un vehículo aparcado con el motor en marcha en el estacionamiento situado junto al instituto de Arrasate, sin aparentes signos de violencia. Las dos víctimas habían celebrado la nochevieja junto a sus amigos.

Los primeros resultados de la autopsia apuntaron a que el silencioso y letal monóxido de carbono (CO) causó sus muertes. El análisis forense realizado en el Instituto Vasco de Medicina Legal en Donostia determinó que habrían muerto al inhalar el gas tóxico, que se habría filtrado al interior del coche probablemente por un fallo en el sistema de combustión del vehículo.

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