La norma fija un mínimo de habitaciones según el número de residentes, no máximos
Un piso de una habitación se limita a un máximo de dos personas; uno de dos, a cuatro... pero nada impide asignar uno de cuatro a un solo miembro
El caso de Amaya y su rechazo al piso que le ha tocado en Lasarte-Oria por ser «demasiado grande» para una persona sola y « ... no poder pagarlo», devuelve a la actualidad el debate sobre las políticas de vivienda y, en concreto, las fórmulas y criterios de adjudicación de VPO. En este caso, el procedimiento seguido responde plenamente a lo que establece la normativa vigente. No se aprecia irregularidad alguna.
La norma que rige los sorteos de VPO es una orden del 15 de octubre de 2012 del entonces consejero de Vivienda del Gobierno Vasco, Iñaki Arriola. Sobre la adecuación de los pisos a los demandantes, establece unos mínimos de habitabilidad, pero no hace referencia alguna a máximos.
Así, los pisos de un dormitorio podrán albergar a familias de dos miembros como máximo; los de dos habitaciones a cuatro personas; los de tres a seis; y para familias de siete o más miembros se marca un mínimo de cuatro dormitorios.
Pero nada impide que a una persona sola se le adjudique un piso de tres habitaciones, como a Amaya, o incluso de más.
Fuentes de Vivienda recuerdan sobre este caso que la adjudicación en promociones privadas corresponde al promotor quien, eso sí, recibirá de Etxebide el listado con las personas interesadas en entrar en ese sorteo, que deben estar inscritas en la entidad y habrán de mostrar su interés en optar a esa promoción específica.
En el sorteo, a cada solicitante se le asigna un número. Se saca uno, y a partir de ese se asignan las viviendas a los siguientes.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión