«Ha sido una locura de viaje, solo quería salir de Malta y volver a casa»
La donostiarra Inés Ubillos asegura haberse sentido «abandonada» en «unas condiciones horribles» durante su confinamiento maltés
El 5 de julio Inés Ubillos cargaba las maletas rumbo a Malta para disfrutar de lo que se suponía que iba a ser un curso de inglés de tres semanas en el corazón del Mediterráneo. Lo que esta donostiarra de 16 años no sabía era que más que una bonita experiencia veraniega, viviría una pesadilla llena de desconcierto, abandono y estrés.
La odisea comenzó el primer fin de semana de su estancia en la isla. «Empezaron a confinar a polacos. Había estrés. La gente cogía vuelos para el día siguiente. Yo estaba con una amiga de San Sebastián. Preguntamos a los monitores y no nos decían nada. Nos quedaban dos semanas de curso por delante y no queríamos quedarnos encerradas», recuerda la menor.
Al día siguiente, la donostiarra señala que «se respiraba un aire extraño. Éramos 10 personas. Se había ido todo el mundo y el resto estaba confinado. A mi amiga le llegó una carta del Gobierno de Malta diciendo que si incumplía el confinamiento, tendría que pagar una multa de 3.000 euros. ¿Qué confinamiento? Nadie nos dijo nada».
Pidieron que les realizasen una PCR o una prueba de antígenos pero nadie respondía a su petición. El test llegó este lunes pasado y esa misma tarde el coordinador del campamento le notificó a Ubillos que era positivo. Su amiga, en cambio, obtuvo un resultado negativo y la repatriaron el martes de vuelta a Madrid. Entonces la pesadilla tornó en terror para esta donostiarra. «Me quedé sola en el hotel. Entré en ataque de pánico. No sabía qué hacer. Nadie me informaba de nada. Los aviones se cancelaban».
Tras dos semanas confinada a 35 grados en una habitación sin aire acondicionado, con una ventana con barrotes y un pequeño ventilador, Ubillos denuncia haberse sentido «abandonada» en «unas condiciones horribles». La primera buena noticia de esta caótica experiencia llegó cuando le informaron de que volvía a España en un vuelo este viernes. «Íbamos 150 españoles menores de edad y todos positivos a Madrid», explica.
Ya en Donostia, Ubillos espera hoy el resultado negativo de una PCR que ponga punto final a una experinecia que, asegura, «no olvidaré».