'Justine' azota con fuerza la costa

La amenaza de 'Justine' se dejó notar ya ayer por la tarde, cuando las olas empezaron a romper con fuerza, lo que ha obligado a activar la alerta roja para la navegación y naranja por el impacto en costa, según Euskalmet. Lo peor de la borrasca que barre el Cantábrico se esperaba de madrugada y durante las primeras horas del día de hoy, por lo que se pide máxima precaución para evitar lugares expuestos ante la previsión de olas de hasta 8 metros. Esta madrugada, el mar ya ha saltado por encima de los nueve metros, según el registro recogido en la boya de San Sebastián, según Euskalmet y las rachas de viento en Jaizkibel han alcanzado en algunos momentos los 125 km/h. Durante el día, el temporal ha ido perdiendo intensidad, pero aún así se mantendrá el aviso amarilla, de precaución.

Si las olas pueden causar durante prácticamente todo el día problemas en el litoral de Gipuzkoa, el viento lo puede hacer en la totalidad del territorio. Anoche, Euskalmet recogió una racha de 132,7 kilómetros por hora en Matxitxako y de 125km/h en Jaizkibel.

Algo más amables serán las temperaturas, que se mantendrán similares con 10 grados de mínima para San Sebastián y 15 de máxima. Las lluvias irán perdiendo protagonismo en esta jornada salvo en el extremo nordeste donde podrán ser fuertes y persistentes.

La costa se blindó ayer, como lo hace con cada temporal de mar. En San Sebastián, el Paseo Nuevo permanece completamente cerrado para vehículos y peatones hasta esta media noche, al igual que el espigón de la playa de la Zurriola y en el Peine del Viento.

Con esta previsión a la costa guipuzcoana no le quedó más remedio ayer que prepararse para la borrasca. Los establecimientos del malecón de Zarautz cubrían sus cristales con maderas para evitar males mayores, como ya están acostumbrados a hacer. En este municipio mantienen la tasa de incidencia en color naranja por lo que su hostelería tiene permitido abrir sus locales. Ayer, antes de cerrar, tuvieron que afanarse en dejar todo bien tapiado para poder encontrar hoy sus establecimientos en buen estado, por lo que colocaron tablas de madera que ya tienen preparadas de temporales anteriores.

«Menos mal que podemos estar hasta las diez de la noche limpiando, solo nos falta que, con la racha que llevamos, el mar nos haga una de las suyas», comentaba Merche del Bar Baibatzokia situado en pleno paseo de la playa. La misma escena se repetía por la tarde en la zona del Paseo Nuevo donostiarra. Algunos dueños de los locales del Paseo Salamanca más cercanos a la costa cubrían sus cristales con maderas para evitar males mayores. Con las olas ya saltando por encima de espigones, numerosas personas se acercaron a contemplar el espectáculo que nunca decepciona.

La jornada de ayer amaneció ya desapacible, con fuertes lluvias para despedir el mes de enero. 'Justine' no quiso pasar desapercibida y todavía costará unas horas más despedir el temporal. Para mañana lunes todavía Aemet mantiene el aviso amarillo por olas y viento. El martes, ya se abrirán claros. Las temperaturas seguirán marcando valores más propios de la primavera que de un mes de febrero, con el día de la Candelaria –el 2 de febrero– como ecuador de la estación y fecha de tradiciones para predecir la meteorología.