Colección de recortes

«Nutren, deleitan y tonifican»

Publicidad de deliciosos chocolates en los años 50 y 60: «¡Hínquele el diente!»

Mikel G. Gurpegui

San Sebastián

Viernes, 10 de octubre 2025, 00:02

«El café hace posible salir de la cama, pero el chocolate hace que valga la pena» (anónimo).

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Gipuzkoa es territorio chocolatero. Fabricante y consumidor. ... Dedicamos la entrega de hoy de 'Colección de recortes' a anuncios de chocolates publicados en las páginas EL DIARIO VASCO durante las décadas de los años 50 y 60. No podemos garantizar que tras su visionado y lectura no se abalance usted sobre esa tableta guardada en el armario.

Empezamos suaves, con una publicidad que añade poco a la marca y su lugar de fabricación…

Cómo no tomar chocolate, ya sea de Irun, de Oñati o de Donostia, con lo exquisitos que están. Si además, como nos decían en noviembre de 1960, «nutren, deleitan y tonifican»…

Nos encontramos ya con una tendencia del marketing chocolatero muy marcada en aquella época (y desaparecida en la presente), el incentivo añadido de poder encontrar un premio entre las envolturas de papel y plata de la tableta.

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Si en las de Louit te podía tocar una muñeca de Marquita Pérez o un balón (¿y desde cuándo hubo bolígrafos Bic con capuchón dorado?), en las de Zahor te podía aparecer un «disco zahorístico» «canjeable inmediatamente por estupendas pesetas»…

También los de chocolates Loyola prometían que en sus envolturas podía encontrarse «dinero efectivo», sin especificar demasiado, aunque imaginamos que devolverían el importe de la tableta…

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Algo más complicado era el incentivo del premio que usó Louit en 1957…

Con lo sencillo y placentero que es comer chocolate, para obtener un premio tenías que enviar por correo una envuelta y unas letras, escuchar un programa de radio, confiar en que eligieran tu sobre y salieran tus letras…

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Aunque los adultos también tomemos chocolate, tradicionalmente la publicidad se ha dirigido hacia los niños, con dibujos de su gusto…

No recordábamos el extraño lema de «Elgorriaga la vida halaga».

Las firmas de chocolates desarrollaron amplias gamas de dulces productos. Así lo hizo, por ejemplo, Zahor, la empresa que nació en San Sebastián y se trasladó a la chocolatera Oñati. Como recordamos alguna vez, en 1969 monopolizó las claves para comprender los resultados de los partidos del marcador simultáneo de Atocha. Ya nos tomaríamos una degustación de tabletas de chocolate, chocolatinas, bombones y huevos de chocolate…

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