Huevos frescos del país

Por ejemplo, este que pudo verse en marzo de 1940, plena postguerra, y que incluía la llamativa palabra 'desidia'…

Toda una llamada al nacionalismo español y la autocracia aquella que animaba, entendemos, a comprar gallinas ponedoras para no gastar 60 millones de pesetas, «ese dineral», en importar huevos.

Pero, ¿cuánto costaban los huevos al consumidor? Según el siguiente anuncio, ya del año 1948, en los mercados donostiarras se vendían a 11 o 10 pesetas la docena, o sea, casi a peseta el huevo…

Los preciados huevos no siempre eran necesarios. Por ejemplo, era posible cocinar postres con un mejunje formado por los polvos que venían en un sobre sin la menor traza de huevo…

Pero los huevos sirven para todo. Incluso para rejuvenecer el rostro, como base de Biocután, una milagrosa mascarilla facial que elaboraban en Tolosa y promocionaban así en junio de 1951…

En la edición del 31 de enero de 1960 nos informaban desde las páginas de DV que en los puestos de la Casa Félix Sacristán seguían bajando los precios de los huevos. Claro que como antes habían subido, la cosa quedaba en 26 pesetas la docena de «huevos frescos del país», eso sí, de primera calidad y con yema «roja»…

En la misma edición apareció en las páginas del diario un segundo anuncio sobre huevos. En la cadena de comercios de comestibles Spar la docena también estaba a 26 pesetas, pero ellos destacaban, y hasta repetían, que sus huevos eran «gordos, de un peso mínimo de 56 gramos»…

En fin, con la de huevos que a lo largo de nuestra vida tomamos en sus múltiples formas (fritos, cocidos, en tortilla, como ingrediente de repostería…) acaso nos conviniera comprar unas pollas ponedoras, además de huevos ya morenos, que es lo que sugería desde Irun la siguiente publicidad en enero de 1970…