Gipuzkoa logra rebajar la incidencia un 60% un mes después del fin del estado de alarma

Mañana se cumplen treinta días desde que Pedro Sánchez decidiera cerrar el paraguas que permitía a las comunidades autónomas mantener restricciones tales como la movilidad nocturna entre las 22.00 y las 06.00 horas en el caso del País Vasco; los confinamientos perimetrales por municipios, territorios o autonomías en base a la tasa de incidencia; así como la limitación de grupos de personas en espacios públicos y privados a un máximo de cuatro.

El festejo en el que se convirtió aquella medianoche y madrugada del 9 de mayo, y la preocupación por las consecuencias que podría acarrear el hecho de que muchos, fundamentalmente jóvenes, antepusieran la celebración a la cautela, se ha visto contrarrestada por ahora por un acelerón en la campaña de vacunación, que no solo ha evitado una mayor expansión del virus, sino que ha conseguido mantener la tendencia de los contagios a la baja. Así, Euskadi, un mes después de aquel punto de inflexión, y pese a seguir a la cabeza en número de contagios aunque con una incidencia que baja de nuevo de los 200 casos, tiene cada vez menos positivos en Covid-19, menos pacientes ingresados y un porcentaje cada vez mayor de la población inmunizada.

De hecho, la mayoría de los indicadores que revelan la presencia del virus se han reducido incluso más de la mitad respecto a los registros de hace un mes. La mejoría está siendo lenta, con jornadas consecutivas en las que parecía que Euskadi se encallaba en una fase de meseta e incluso amenazaba con volver a crecer -tras las dos semanas posteriores al fin del estado de alarma-, pero los datos revelan que aunque con lentitud se avanza en la buena dirección.

Mientras que los datos que publicó el Departamento de Salud del Gobierno Vasco el pasado 10 de mayo -referentes al día 9- hablaban de 169 pacientes en las UCIs vascas y 374 personas ingresadas en planta con positivo en coronavirus, el último informe publicado ayer por el área que encabeza Gotzone Sagardui apunta a que son 84 los pacientes críticos y 140 los que están ingresados en planta.

Otro de los parámetros que permite radiografiar la evolución del virus en Euskadi es la ya famosa incidencia acumulada a los 14 días. Hace un mes, dicha tasa había alcanzado los 416 casos por cada 100.000 habitantes en el conjunto del País Vasco. Sin embargo, ayer ya se sitúo en 195, la tasa más baja desde agosto.

Por territorios, la buena tendencia que se aprecia también es considerable. Aunque Gipuzkoa sigue manteniendo los índices más elevados, su mejoría también ha sido proporcionalmente mayor. La incidencia guipuzcoana se ha reducido un 60% en treinta días, pasando de los 501 casos a los 202 actuales. En el caso de Bizkaia, el descenso ha sido de 400 a 198, esto es, prácticamente un 50% menos. Y el territorio alavés, por su parte, ha sido el que mejor ha podido sortear este último embate, aunque su mejoría esté siendo proporcionalmente más lenta, de 261 a 155 casos por cada 100.000 habitantes, es decir, un 40% menos que hace un mes.

Asimismo, la tasa de positividad, esto es, el porcentaje de test positivos del total de muestras tomadas, también parece estar cada vez más afianzada por debajo del 5%, una cifra por debajo de la cual la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que la expansión del virus está controlada. Hace un mes, dicho parámetro estaba en el 5,3% y actualmente lleva varias jornadas rondando el 3,5%.

En esta ecuación en la que pese a tener menos restricciones, la trayectoria del virus continúa por el buen camino, la campaña de vacunación se está convirtiendo en uno de los factores clave. Euskadi ya ha administrado 1,5 millones de vacunas, y medio millón de ellas, es decir, una tercera parte, han sido administradas en el último mes. Este acelerón ha permitido que un millón de vascos tengan al menos una de las dosis inoculadas.