La fiesta ilegal en Astigarraga se salda con más de 200 personas multadas
El multitudinario encuentro se celebró en un edificio anexo al caserío Olabarrieta. Entre los organizadores se encuentra un donostiarra.
La Ertzaintza multará a más de 200 personas que participaron en la fiesta ilegal organizada en las inmediaciones de Astigarraga el pasado viernes. Según confirman ... fuentes cercanas a la investigación, el encuentro multitudinario se celebró en un edificio anexo al caserío Olabarrieta, perteneciente a este municipio, donde se congregaron la madrugada del viernes medio millar de jóvenes incumpliendo las medidas anticovid. El Departamento vasco de Seguridad ha abierto un expediente administrativo por el que se les propone para una sanción por incumplir con la normativa sanitaria.
En estos momentos, la investigación sigue su curso y se estudian las sanciones que se impondrán a los asistentes identificados que participaron en el encuentro multitudinario, que superan los doscientos, según informan fuentes de la Ertzaintza. Las multas por incumplir con la normativa sanitaria contempla infracciones de varios niveles, dependiendo de su gravedad. Entre los organizadores del evento «privado», que se saldó sin detenidos, se encuentra un joven donostiarra, según ha podido saber este periódico. La infraestructura de esta macrofiesta ilegal, pese a lo recóndito del lugar y al llamamiento clandestino, tuvo gran eco y sus responsables cuidaron hasta el más mínimo detalle. Los jóvenes disponían de un escenario instalado en el exterior del caserío a modo de zona de baile en el que no faltaban los bafles de música, máquinas de humo y elementos varios de iluminación para ambientar el lugar. Contaban asimismo con un DJ que pinchaba la música, así como con varias barras de bar y neveras para guardar las bebidas alcohólicas.
Se trata de la macrofiesta ilegal más multitudinaria, que haya trascendido, celebrada en Gipuzkoa en año y medio de pandemia. Fue durante la madrugada del viernes cuando, varios vecinos alertaron a la Ertzaintza de ruidos, música y bullicio de lo que podría ser una fiesta que estaba teniendo lugar en una zona rural de caseríos y huertos, apartado del centro de Astigarraga. Según ha podido saber este periódico, se trata de una nave cercana al caserío Olabarrieta, a unos 10 metros de distancia.
Al personarse los agentes en el lugar de los hechos, pudieron comprobar que había centenares de personas, la mayoría de ellos jóvenes de unos 18 años, tanto en los alrededores como dentro del edificio. Los asistentes continuaron llegando en autobuses privados, taxis y vehículos particulares que estacionaban en las inmediaciones de un pequeño descampado habilitado como improvisada pista de baile.
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